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El Real celebra el bicentenario de Büchner con la "grandiosa" "Wozzeck"

  • Con un montaje procedente de la Ópera de París
  • Dirección escénica de Christoph Marthaler y musical de Cambreling
  • El barítono Simon Keenlyside encabeza el reparto

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TEATRO REAL
Fotografía facilitada por la Ópera de Paris de "Wozzeck", de Alban Berg, con puesta en escena de Christoph Marthaler, en la producción que se presentará en el Teatro Real entre los días 3 y 20 de junio de 2013.

Una de las músicas más "grandiosas" compuestas nunca y un texto "genial" han hecho de "Wozzeck" una ópera "imprescindible". Por eso el Real estaba casi "obligado" a programarla y más si coincide con una efeméride como el bicentenario del nacimiento de su escritor, el visionario Georg Büchner.

El Real estrenará el próximo lunes el montaje que se estrenó en la Opera Bastille de París en 2008, con dirección musical de Sylvain Cambreling y escénica de su "inseparable" Christoph Marthaler, que trabaja por primera vez en el Real y que volverá la próxima temporada para dirigir una nueva producción de "Los cuentos de Hoffmann", de Offenbach.

Cambreling, Martheler, el dramaturgo Malte Ubenauf, el intendente del Real, Gerard Mortier, y el director general del teatro, Ignacio García-Belenguer, han presentado hoy en rueda de prensa una obra que, como decía el filósofo alemán Theodor W. Adorno, "revisa la Historia al mismo tiempo que la repiensa", tan "enorme" que para llevarla a escena se precisan más de 200 intérpretes.

"Un director de un teatro de ópera debe siempre programar 'Wozzek', porque es una de las obras más grandes de la literatura operística", y hay que dar al público, ha dicho Mortier, "la oportunidad" de escuchar este "retrato de la compasión humana" muchas veces.

"La venta va muy bien, pero me gustaría que estuviese tan lleno como 'La traviata'", ha deseado el intendente del Real, recordando que el compositor de ésta, Giuseppe Verdi, y Richard Wagner nacieron el mismo año que Büchner, que murió con solo 23 años, víctima del tifus y cuando aún no había terminado la pieza teatral en la que Alan Berg trabajó de 1914 a 1922 y que estrenó en 1925.

"¿Por qué hablamos menos de Büchner?"

"¿Por qué hablamos más de Verdi y de Wagner y menos de Büchner?. Porque los dos primeros dieron la imagen del siglo XIX, y Büchner la del XX. Fue un genio tan grande...", ha recalcado Mortier.

Martheler ha precisado que "Wozzeck" -la diferencia en la grafía con el texto teatral de Büchner, "Wojzeck", se debe a un error de impresión que Berg no quiso cambiar- habla de "valores universales", de "personas sumidas en la soledad y la pobreza" y que por eso le pareció muy acertado situar la acción en un "speelkade" (dique de juegos infantil) como uno que vio en Gante (Bélgica).

"Los adultos esperaban sentados exhaustos en una especie de cantina, mientras sus hijos jugaban fuera en castillos hinchables. Era una impresión angustiosa por el contraste entre el cansancio de ellos y la alegría de los niños", ha dicho.

Cambreling, que ha dirigido más de 60 veces "Wozzeck", ha explicado que la obra precisa de una "enorme orquesta y de timbres", y todo ello "con una enorme capacidad de expresión para transmitir la mucha poesía y violencia que contiene y hacerlo de forma muy rigurosa".

Una ópera de díficil ejecución

Es de ejecución "muy difícil", ha admitido, pero está seguro de que la producción del "maravilloso" Martheler causará "mucha emoción".

La obra está inspirada en la historia real de la ejecución pública, por el asesinato de su mujer, de Johann Christian Woyzeck, un barbero y antiguo soldado esquizofrénico que había sido sometido a varios experimentos "científicos" por un médico castrense.

Alban Berg (1885-1935), que asistió a una representación de la obra teatral en 1914, quedó profundamente impresionado por la desolación de la historia de Büchner, en la que sintetizó las 27 escenas del drama original en las 15 que conforman la ópera.

Está estructurada en tres actos, cada uno con cinco escenas a cada una de las cuales le corresponde una forma musical con un lenguaje específico, lo que hace, asegura Cambreling, que sea "una tortura" dirigirla. "Pero es lo que hay", ha bromeado.

Encabeza el reparto el barítono británico Simon Keenlyside (Wozzeck), que debutó en el papel de Wozzeck en París y que se ha convertido desde entonces en uno de sus mejores intérpretes.

Completan el quinteto protagonista, la soprano Nadja Michael (Marie), los tenores Jon Villars (Tambor mayor) y Gerhard Siegel (Capitán), el bajo-barítono Franz Hawlata (Doctor) y el tenor Roger Padullés (Andres).