Iron Maiden sortea a los elementos a golpe de clásico en su visita a Madrid
- La banda británica encabeza el festival Sonisphere en la capital española
- El fuerte viento deslució en algunas fases el sonido del concierto
- Pese a ello, sus seguidores se rindieron al repertorio más clásico del gupo
A pesar de sus más de 30 años de historia, Iron Maiden sigue mostrando una enorme capacidad de convocatoria. Así quedó en evidencia en su visita a Madrid este viernes, como estrellas del festival Sonisphere 2013, en un cartel en el que también brillaron otros nombres míticos del heavy metal como Anthrax y Megadeth.
El auditorio Miguel Ríos de Rivas-Vaciamadrid mostraba un buen aspecto -aunque lejos del lleno- cuando Iron Maiden saltó al escenario con los primeros acordes de Moonchild. Aún no eran las 9 de la noche y el sol todavía lucía con fuerza sobre el cielo de la localidad madrileña, lo que deslució el montaje escénico y visual durante la primera media hora de concierto.
Para esta gira, que arrancó el lunes en Bilbao y que tendrá parada este sábado en Barcelona -también en el marco del Sonisphere-, Iron Maiden han recuperado el montaje escénico de su tour del 88 y, en consonancia, la lista de canciones es muy similar a la de esa época, la más clásica de los británicos.
Con ese material es difícil defraudar a los seguidores del sexteto, a pesar de que las condiciones meteorológicas, sobre todo el fuerte viento, deslucieron un tanto el espectáculo y provocaron algunos problemas de sonido, especialmente en la zona de gradas.
Pero al público no pareció importarle demasiado y se dedicó a saltar y corear con ímpetu clásicos de la talla de Can I Play With Madness, The Prisoner o 2 Minutes To Midnight. Aficionados de tres generaciones que reconocen al primer acorde temas que forman parte de la historia de un género, el heavy metal, del que sigue teniendo en Maiden a uno de sus principales referentes.
El cantante, Bruce Dickinson, sigue manteniendo un notable rango vocal, esforzándose para llegar a las notas más agudas y corriendo de un lado a otro como si el tiempo no hubiera pasado por él.
En la zona frontal del escenario, Steve Harris -bajista y alma mater de la banda- y los tres guitarristas -Dave Murray, Adrian Smith y Janick Gers- construyen intrincados pasajes instrumentales que cabalgan sobre esa imparable máquina rítmica que es el batería Nicko McBrain.
Una banda que destila profesionalidad y que, lejos de la pobre imagen que ofrecen algunos de sus coetáneos, mantiene un nivel muy cercano al de sus años dorados, en la década de los 80..
Tras el pequeño respiro de Afraid To Shoot Strangers, Dickinson representó una estampa que nunca falta en sus shows, disfrazado de soldado británico y con la 'Union Jack' en la mano para interpretar The Trooper, uno de sus temas más conocidos.
Eddie aparece sobre el escenario
La puesta del sol permitió disfrutar por fin del vistoso espectáculo de luces, vídeo y pirotecnia, dando paso en lo musical a trallazos como The Number Of The Beast, Phantom Of The Opera y Run To The Hills, tema en el que Eddie -la monstruosa mascota de la banda, protagonista de todas las portadas de sus discos- apareció sobre el escenario vestido de soldado de la Guerra Civil estadounidense.
Wasted Years, Seven Son Of A Seven Son, The Clairboyant, Fear Of The Dark y Iron Maiden sirvieron para cerrar la primera parte del concierto, aunque aún se guardaron para los bises joyas de su discografía como Aces High, The Evil That Men Do y el imprescindible Running Free con el que Dickinson presentó a la banda y puso punto final a una nueva visita a Madrid, una plaza que siempre se rinde al sonido de la 'Dama de Hierro'.
Viendo la reacción del público y la más que notable afluencia a espectáculos como el de este sábado solo queda preguntarse por qué un género como el heavy metal sigue siendo denostado e incluso ignorado ante otras propuestas musicales que claramente cuentan con menos seguimiento popular.
Afortunadamente para Iron Maiden y bandas similares, la fidelidad de sus seguidores sigue estando por encima de modas y tendencias.