El Tribunal egipcio posibilita la disolución de la Cámara Alta y la Asamblea Constituyente
- Considera que la composición de la Asamblea es contraria a la Constitución
- El fallo del Tribunal Constitucional supone un revés para el presidente Morsi
El Tribunal Constitucional egipcio ha declarado este domingo inconstitucional la ley que permitió la elección de la Cámara Alta o Consejo de Shura (una especia de Senado), decisión que abre la puerta a la posibilidad de disolución de esta cámara que en la actualidad ejerce todo el poder legislativo.
De acuerdo con la televisión estatal, el alto tribunal también ha declarado contraria a la Constitución la composición de la Asamblea Constituyente, que redactó la actual Carta Magna y cuyos trabajos también podrían quedar ahora anulados, según ha informado una fuente judicial.
La fuente ha explicado que la corte ha considerado inconstitucional la ley que rigió las elecciones al Consejo de la Shura (a principios de 2012), porque esta norma permite que los partidos presenten candidatos a un tercio de los escaños de la Cámara, reservados a independientes, lo que contradice la Carta Magna.
El profesor de derecho constitucional de la Universidad de El Cairo Gaber Nasar ha subrayado que tras esta decisión la Shura, dominada por los islamistas, no podrá aprobar ninguna norma, excepto la ley que debe regir los próximos comicios a la Cámara baja.
De momento, no hay fecha para esas elecciones, cuya convocatoria, que había sido fijada por el presidente Mohamed Mursi para el pasado mes de abril, fue suspendida en marzo tras otro fallo judicial.
En cuanto a la Asamblea Constituyente, ahora la Justicia administrativa tendrá que estudiar si anula el trabajo de dicha asamblea, que redactó la Carta Magna actual, aprobada en diciembre pasado en un referéndum popular, según la televisión estatal.
El tribunal ha considerado inconstitucional la composición de Asamblea Constituyente, porque estuvo integrada por miembros de las dos cámaras del Parlamento.
El fallo del Constitucional supone un revés para el presidente Morsi y los Hermanos Musulmanes, cuya formación el Partido Libertad y Justicia, triunfó en las pasadas legislativas de 2012 y, como consecuencia, dominó junto a otros grupos islamistas la Asamblea Constituyente.