Los restos humanos del gimnasio y del domicilio del detenido en Bilbao corresponden a una mujer
- El detenido declaró que "creía" haber matado a una mujer la semana pasada
- Se han encontrado restos de manos y partes de una columna vertebral
- La Ertzaintza confirma que está en tratamiento por un tumor cerebral
- El estado de salud de la mujer agredida este domingo "se ha deteriorado"
Los restos humanos recogidos por la Ertzaintza en el gimnasio y el domicilio en Bilbao del maestro de artes marciales, J.C.A., detenido el domingo por dejar en coma a una mujer de una paliza, corresponden a una única persona, una mujer de nacionalidad colombiana, según han confirmado a RNE fuentes de la consejería vasca de Seguridad.
La mujer ha podido ser identificada porque tenía antecedentes policiales, informa TVE en el País Vasco. Los investigadores tratan de averiguar si el detenido conocía o no a la víctima.
El detenido, que pasará este miércoles a disposición judicial, declaró en el interrogatorio ante la policía que "creía" haber matado a una mujer la semana pasada, aunque, según las mismas fuentes, se encuentra "muy confundido" y todavía no han confirmado si los restos humanos analizados, en concreto, fragmentos óseos de manos, de una columna vertebral y otros restos, corresponden a esa víctima. Mientras tanto, el arrestado continúa en dependencias policiales, según han informado fuentes de la investigación.
Mientras, el estado de salud de Ada, la mujer nigeriana de 29 años que fue agredida brutalmente el domingo por el detenido ha empeorado en las últimas horas. Según ha informado en una nota el Hospital de Basurto, el estado de la joven nigeriana "se ha deteriorado con respecto a la situación inicial", que era de estado de coma y muy grave.
La policía halló restos humanos en el registro del gimnasio y del domicilio del detenido. Sin embargo, los fragmentos no eran lo suficientemente significativos por sí mismos como para determinar si correspondían a uno o más cadáveres, por lo que ha sido preciso efectuar las pruebas genéticas.
Además, los agentes han inspeccionado todos los posibles escenarios en los que estuvo J.C.A. en las últimas horas. También se baraja la posibilidad de que hubiera podido arrojar objetos a la ría, motivo por el que buzos de Ertzaintza trabajan en la zona. Además, se han registrado los contenedores situados en las inmediaciones del gimnasio y todos los residuos urbanos de los alrededores para mirarlos detalladamente.
En tratamiento por un tumor cerebral
Antes de conocerse los resultados del análisis de los restos humanos, la Ertzaintza había confirmado que el detenido lleva dos años en tratamiento por un tumor cerebral en un centro de Navarra, lo que al parecer podría alterar sus facultades.
La Policía cuenta con que la investigación será "larga", tanto por los lugares que va a seguir registrando como por las pruebas que es preciso practicar.
De hecho, los especialistas de la Policía científica continúan este martes por la mañana haciendo pesquisas en el gimnasio de Bilbao donde se produjo la brutal agresión a una mujer, caso que destapó los otros crímenes supuestamente cometidos por el maestro shaolín. El resgistro será minucioso y no se descarta levantar el suelo y desmontar las cañerías.
El detenido, J.C.A. apareció en radios, periódicos y televisiones en el año 1997 presentándose como primer maestro Shaolín occidental, tras haber sido campeón de España y del mundo de kung-fu.
No obstante, el Templo Shaolín de España, único centro de esta disciplina reconocido oficialmente en el país, ha negado este martes tener relación alguna con él y le ha acusado de ser "un poco sectario" y vender "lo que no era", según cita Efe, ya que no poseía ninguna graduación oficial ni estaba autorizado por el Templo de Henan (China).
Concentración en solidaridad con Ada
La comunidad nigeriana en Bilbao ha seguido con "miedo" el desarrollo de las investigaciones policiales tras la brutal agresión que sufrió su compatriota, debido a que las primeras hipotésis apuntaban a que podría haber varias víctimas.
Unas trescientas personas han pedido "justicia" esta tarde en la concentración convocada por la Asociación nigeriana Nigerian Progressive Union en rechazo a la agresión sufrida por la joven africana, ante la cual sus compatriotas se sienten "conmocionados" y "hartos", tras otros casos habidos de violencia contra mujeres nigerianas.
Primero en silencio, con una pancarta en la que se leía "Ni una agresión más en silencio", varias compañeras de la joven prostituta encabezaban la concentración con una foto de Ada. Pasados diez minutos, han comenzado a gritar "Queremos la Justicia", "Basta ya" y "Ada te queremos".
Una portavoz de la asociación de ayuda a las prostitutas Askabide ha leído un comunicado en el que ha denunciado que este colectivo es uno de los más vulnerables de la sociedad. Miriam Santorcuato, presidenta de esta asociación, ha dicho que no tienen más datos que los que conocen por la prensa, y tampoco tienen constancia de que haya habido desapariciones en el colectivo de prostitutas.
“Hay mucho miedo a denunciar, a exponerse, muchas no tienen papeles“
Santorcuato ha recordado que muchas de estas mujeres están atenazadas por el miedo: "hay mucho miedo a denunciar, a exponerse; muchas no tienen papeles y por eso su vulnerabilidad es máxima".
En la concentración, algunos hombres expresaban su ira pidiendo que el detenido "pague; tiene que pagar, nos lo tendrían que dejar un momento antes de llevarle a la comisaría".
A la concentración se han sumado varios políticos, entre ellos tres consejeros del Gobierno Vasco, los de Sanidad (Jon Darpón), Empleo, (Juan María Aburto), y el consejero de Administración Pública y portavoz, Josu Erkoreka, y otros como el portavoz del PSE en Bilbao Alfonso Gil.
Erkoreka ha expresado su solidaridad con la protesta promovida contra la violencia machista, y ha pedido "la implicación activa de los ciudadanos para combatir la violencia machista, una implicación que en este caso ha sido decisiva para que se conociera el caso", ya que fueron vecinos del gimnasio los que avisaron a la policía al oír gritar a Ada.