Cecilia Bartoli, pionera en la grabación de Norma con instrumentos de época
- Cecilia Bartoli es Norma y Sumi Jo, Adalgisa
- Giovanni Antonini dirige la Orquesta La Scintilla
- La grabación es resultado de un largo trabajo de investigación
- Te mostramos en vídeo el 'así se hizo' este disco
Cecilia Bartoli, una 'diva operística' en el mejor sentido de la palabra que lleva 30 años cantando, devuelve la Norma de Bellini a sus raíces y nos desvela su estilo y colores originales prerrománticos, con la primera grabación completa historicista de la obra, presentada recientemente en el Festival de Pentecostés, en el marco del Festival de Salzburgo, donde será representada esta verano.
Para recuperar el mundo sonoro belcantista de la época, además de elegir un reparto similar al del estreno, se ha usado una nueva edición crítica a partir del manuscrito, se han respetado los tempi, dinámicas y fraseo originales. También se ha bajado el diapasón a 430 Hz y se han utilizado instrumentos originales.
Como resultado de todos estos reajustes, Norma deslumbra como "una obra de estremecedora belleza, y con una escritura mucho más rica y llena de matices de la que conocíamos hasta ahora", en palabras de los artífices de este proyecto.
Los personajes protagonistas han sido elegidos de acuerdo con la propia elección de colores vocales realizada por Bellini: él escribió el papel de Norma para Giuditta Pasta, que cantó numerosos papeles que en la actualidad se consideran papeles de mezzosoprano. Adalgisa -ahora Sumi Jo-fue cantada por Giulia Grisi, una soprano ligera, y Pollione (John Osborn) por Domenico Donzelli, que tenía una voz de tenor flexible, en el estilo rossiniano.
Retorno a las raíces
"Hemos dedicado varios años de meticulosas investigaciones y cuidado trabajo a nuestro intento de hacer justicia a Norma, la legendaria ópera de Bellini. La riqueza de detalles, la construcción -muy bien pensada- y la estremecedora belleza de la partitura - todas ellas recién descubiertas- también requirieron un largo período de preparación", explican desde Decca, el sello discográfico donde se ha editado este trabajo que califican de "revolucionario".
Gracias a la nueva edición crítica de Maurizio Biondi y Riccardo Minasi han podido reconstruir la orquestación original de Bellini. Esta grabación sigue, en general, las indicaciones dinámicas y de tempo del compositor. Así se ha restaurado la relación y equilibrio entre los tempi, lo que determina el ritmo dramático de la ópera. El resultado prueba que la escritura orquestal de Bellini era inusual y diferente y está llena de color.
Naturalmente, la interpreta una orquesta especializada en la intepretación con instrumentos de la época de Bellini: la Orquesta “La Scintilla”. Y al frente de ella, uno de los directores más experiementados en lo que los ingleses llaman 'interpretación auténtica' (con instrumentos originales de la época) que ha aplicado a la música barroca, al frente del prestigioso conjunto Il Giardino Armonico: Giovanni Antonini.
Una 'Norma' de carne y hueso
La foto de la portada, donde vemos Bartoli retratada en blanco y negro, al estilo Anna Magnani nos da pistas sobre el tipo de Norma que nos propone esta versión. Una Norma que "no es sobrehumana, no es una sacerdotisa distante y escultural colocada sobre un pedestal" sin más bien "una sencilla mujer de carne y hueso"
Una heroína que se mueve en un drama con fuertes implicaciones políticas: la trama romano-gálica, que retrata la lucha de un pueblo oprimido contra las fuerzas extranjeras. Un argumento que en el momento de su estreno (La Scala, Milán, 1831) fue interpretado como un símbolo del movimiento italiano por la libertad y la independencia.
Norma y Adalgisa, dos mujeres diferentes
A juicio de Cecilia Bartoli, en la intepretacion de óperas del XIX, se sacrifica en muchas ocasiones los colores y matices de los registros más graves con la costumbre del diapasón más alto y el tono más brillante.
"La atmósfera cambia si se interpreta el preludio a la “Casta Diva” de Norma con una flauta travesera de madera de comienzos del Romanticismo y si además se canta el aria, tal como está estipulado, como una plegaria con el pianissimo requerido".
Además de su trabajo interpretativo, Bartoli también se ha volcado nuevamente -ya lo hizo con anteriores discos de factura muy personal como Sacrificium o Mission- en la investigación y ha sacado sus propias conclusiones sobre cómo interpretar Norma:
"Durante mi investigación para el bicentenario del nacimiento de la mezzosoprano María Malibrán (1808–36), exploré el repertorio de esta extraordinaria cantante. Sorprendentemente, había gran cantidad de roles que hoy en día asignamos sin más reflexión a la voz de soprano lírica o incluso ligera. Las dos óperas de Bellini La sonnambula y Norma son dos ejemplos especialmente sorprendentes"
En cuanto al contraste de registros ente Norma y la joven Adalgisa, Bartoli cree que en la la asignación de registros a cada papel hay que tener en cuenta el contenido dramático:
"Norma tiene más experiencia vital, es más madura. Es la líder cuya autoridad todos respetan, la única que puede dar la señal para ir a la guerra, madre de dos hijos, , la mujer desesperada que muere mártir. Por el contrario, la recatada y casta novicia Adalgisa acaba de ser recibida en el templo. En mi opinión, tiene mucho sentido resaltar este contraste con timbres, pero ateniéndose al carácter de cada papel, en este caso, Norma como mezzosoprano y Adalgisa como soprano"
Nueva edición crítica
El musicólogo Maurizio Biondi y el violinista y director Riccardo Minasi han pasado seis años creando una nueva edición crítica que explora la esencia de Norma.
“Nuestra edición se basa principalmente en la partitura manuscrita, que se presenta no como testimonio de una única idea, sino como documento lleno de cambios y modificaciones del autor. Un documento que podemos ordenar cronológicamente comparándolo con las copias contemporáneas existentes”, comenta Riccardo Minasi.
Los bocetos y borrones recuerdan a los de Beethoven, mientras que las diferentes tintas que usó ayudan a trazar el curso de la gestación de la obra. “Lo que nos parece muy natural fue realizado con un gran esfuerzo y el problema es leer este documento, puesto que hay superpuestas muchas capas. Es como la Troya antigua.”, añade Minasi.