Muñoz Molina, tras recibir el Príncipe de las Letras: "Pertenezco a una generación privilegiada"
- Recibe el premio "con naturalidad y con sorpresa"
- Su generación tuvo la suerte de escribir recién llegada la democracia
- El escritor cree que ahora "necesitamos la ficción más que nunca"
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El escritor Antonio Muñoz Molina (Úbeda, 1956) ha dicho este miércoles haber recibido el Premio Príncipe de Asturias de las Letras "con naturalidad" y "con sorpresa", ha confesado que cree haber tenido "mucha suerte" en su carrera literaria y considera que pertenece a "una generación privilegiada" por haber empezado a escribir en plena democracia.
"Llegamos a los lectores en los años ochenta, en una época excepcional, y tuvimos la suerte de contar con un público que quería leer nuestra literatura", ha dicho Muñoz Molina en una rueda de prensa que ha tenido lugar en la Casa de América, horas después de que se supiera que había ganado este prestigioso galardón.
El escritor hace poco que llegó de Nueva York, donde pasa la mitad del año junto con su mujer, la también escritora Elvira Lindo, y la noticia del premio le ha obligado a interrumpir su "retiro madrileño", pero hoy se le veía relajado y contento.
No es para menos, porque se ha convertido en el autor más joven en merecer este galardón y, además, hacía 15 años que no se lo concedían a un escritor español.
"Ahora necesitamos más ficción que nunca"
La época actual, añadía el escritor, es muy distinta a la de sus comienzos literarios cuando en 1986 publicó su primera novela, Beatus ille, pero es ahora cuando "necesitamos la ficción más que nunca, porque es un acto de soberanía, de negarnos a aceptar que la realidad es la que es. Es un acto de resistencia enconada, furiosa".
Muñoz Molina empezó a escribir en la misma época en la que, por ejemplo, lo hizo Julio Llamazares, y piensa que los escritores de su generación siempre se han encontrado "con una atmósfera bastante favorable" para sus libros.
En los años noventa, él se decía a sí mismo que, si los escritores de su generación no creaban "buenos libros", era por su culpa. "Ya no le podíamos echar la culpa a Franco", comentaba con humor.
A pesar de la crisis, Muñoz Molina no es pesimista en lo que a la literatura se refiere. "La literatura nunca ha sido un fenómeno de masas y creo que los lectores de ahora siguen siendo muy sofisticados en muchos casos", ha dicho el nuevo Premio Príncipe de Asturias.
Y ha reconocido que sí le preocupa que, "con el pretexto de la crisis y de las nuevas tecnologías, cosas que estaban muy arraigadas puedan desaparecer, como la educación, las bibliotecas y las librerías". Y si desaparecen, la literatura saldría perjudicada.
Muñoz Mollina no cree que se haya "saltado el escalafón" al recibir el premio antes que otros. "La literatura es gente que escribe y gente que lee. Hay muchos que participan en ella y luego puede venir el premio o no".
"No creo que la carrera de un escritor se pueda medir por los premios que recibe o no. Me siento muy agradecido y contento, pero soy consciente de que hay otros muchos que merecían este premio", recalcó.
"Las personas que encarnan a la Monarquía no están a la altura"
Sobre la Monarquía, cree que a España le vino "muy bien" en la transición la presencia del Rey y la monarquía "fue muy útil", pero también cree que las personas que en la actualidad encarnan a la institución "no han estado evidentemente a la altura de las circunstancias".
"Mi opinión sobre los Príncipes de Asturias es limitada, porque los conozco poco, pero me parecen que son excelentes personas en una posición imposible", ha asegurado este gran escritor, que durante cincuenta minutos ha respondido a todas las preguntas que se le hicieron sonriente y relajado, y seguido muy de cerca por su mujer, la también escritora Elvira Lindo.
El autor de Sefarad procura "ser pocas cosas" en la vida, y por eso limita "al máximo" sus identidades, pero, si le piden su opinión sobre la monarquía, responde que no es monárquico y que, "en principio", es republicano, porque "es una forma de gobierno más democrática que la monarquía".
"Pero, si vamos a la práctica, entre la monarquía holandesa y la república de Venezuela, me quedo con la monarquía holandesa", decía el escritor antes de afirmar que "el ideal republicano puede que a veces se ha cumplido en regímenes que formalmente eran monarquías con más eficacia que en regímenes republicanos".
"En la transición vino bien la presencia del Rey, en ese momento fue útil. Ahora, creo que las personas que encarnan la institución no han estado a la altura de las circunstancias. Eso está claro", aseguró este novelista, ensayista y articulista, cuya obra ha merecido numerosos premios y está traducida a más de veinte idiomas.