Esther Williams: sirena y algo más
- Protagonizó 'títulos tan escapistas e intrascenentes como encantadores'
- El destino ha unido a dos mitos del Hollywood Dorado: Berkeley y Williams
Los jueves: Milagro. Bueno, en lo que toca a Días de Cine el milagro es acabar el programa a una hora razonablemente pronto. Pero está escrito que Días de Cine no descansa nunca, porque hoy, que terminábamos sorprendentemente pronto, tras haber disfrutado en el volcado del programa a una hora razonable del universo de Busby Berkeley
Puede ser casualidad, o quizás no, pero es el caso que hoy, cuando dábamos por terminado el programa, sorprendentemente pronto para los usos y costumbres de Días de Cine, y tras haber disfrutado enormemente con el universo de Busby Berkeley, nos enteramos del fallecimiento de Esther Williams, sirena y algo más en algunos de aquellos musicales de la Metro en Thecnicolor (bueno, en realidad, Metrocolor es más apropiado) que ayudaron en los años 40 a que las vidas de los espectadores de las salas de cine fueran más luminosas. Lo más curioso es que cuando la veíamos en el reportaje nos hemos hecho la pregunta que para bien o para mal nos hacemos ocasionalmente en Días de Cine: ¿está viva?
Siguiendo la estela de Johnny Weismuller, fue nadadora antes que actriz, mujer de belleza atlética y estilizada, a la que pudimos ver en multitud de títulos tan escapistas e intrascendentes como encantadores.
Hoy, el destino, ha querido unir en Días de Cine a dos mitos del Hollywood más dorado y alegre, Busby Berkley y Esther Williams. Hoy trabajamos ya a contrarreloj por poder incorporar al programa una nota de despedida para esta sirena Metrocolor.
Yo recuerdo nítidamente lo bien que lo pasé en el cine viendo, muchas veces, Escuela de Sirenas, con un tan bobalicón como entrañable Red Skelton. Son esas sensaciones de extraña e inexplicable felicidad las que hacen del cine algo especial. Gracias a gente como Busby Berkeley o Esther Williams.