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Se niega a declarar el principal imputado por la muerte de la jugadora de voleibol y su novio

  • Alega que el secreto de las actuaciones supone su indefensión
  • Está previsto que declaren este viernes los otros dos imputados

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Los tres detenidos por el asesinato del matrimonio holandés se niegan a declarar ante el juez

El principal imputado en el crimen de la holandesa Ingrid Visser y su novio, Lodewijk Severein, Juan Cuenca, que es exgerente del club voleibol CAV Murcia, se ha negado a declarar en el juzgado de instrucción número 7 de Murcia al considerar que la declaración de secreto que pesa sobre las diligencias le causa indefensión.

Siguiendo instrucciones de su letrado, José María Caballero, Cuenca ha indicado al juez, José Fernández Ayuso, que se acogía a ese derecho y que no iba a declarar, ante lo cual se ha dado por finalizada la diligencia ordenada por el magistrado.

Caballero ha dicho que el secreto de las actuaciones suponen un perjuicio en la defensa del imputado, ya que del resultado de las mismas sólo tiene conocimiento el fiscal y ninguna de las defensas porque, además, no puede acceder tampoco a la declaración de los ciudadanos rumanos también detenidos como presuntos autores materiales.

A continuación está previsto que pasen a declarar estos otros dos imputados, aunque se desconoce cual será la estrategia de sus abogados.

Los tres detenidos han llegado a la Ciudad de la Justicia minutos antes de las diez de la mañana de este viernes procedentes de la cárcel murciana de Sangonera, a donde fueron traslados el martes desde la prisión de Picassent en la que ingresaron por orden del juzgado de Valencia que les tomó declaración tras su arresto por la Policía Nacional.

La exjugadora internacional de voleibol, que militó en el desaparecido CAV Murcia 2005 entre los años 2009 y 2011, llegó a Murcia junto a su novio el pasado 13 de mayo para acudir a una clínica de fertilidad y cuatro días después se dio la alerta de su desaparición porque no asistió a la cita médica ni tomó el vuelo de regreso a Holanda previsto para el día 15.

Sus cadáveres fueron encontrados en la noche del domingo 26 de mayo semienterrados en un huerto de limoneros de la pedanía murciana de Alquerías, a donde fueron trasladados desde la casa de Molina de Segura en la que se cometió el doble crimen. Según el resultado de las autopsias, murieron por un traumatismo craneoencefálico producido por un fuerte golpe en la cabeza.