Turquía acoge dividida y en calma el discurso inflexible de Erdogan
- Los titulares de la prensa turca evidencian la polarización del país
- Los manifestantes tienen que decidir si seguirán movilizándose
El regreso del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha hecho aún más visible la profunda división de la sociedad de Turquía. Basta con comparar el multitudinario recibimiento al primer ministro en el aeropuerto, mientras los manifestantes abarrotaban varias plazas de Estambul y Ankara. O con echar un vistazo a la prensa nacional. Desde Estambul, el primer ministro turco ha manifestado que no tiene problemas en escuchar las peticiones de los demandantes y ha criticado a la prensa extranjera de no informa bien de lo que está sucediendo en su país.
"Ha enviado mensajes moderados", "Daría mi vida por cumplir con demandas democráticas", "He venido a ganar corazones", son algunos de los titulares de este viernes de los diarios que apoyan al gobierno del Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP), de Erdogan.
"Ha vuelto con su enfado", "No está dando marcha atrás", "Erdogan está destruyendo Turquía", "A decidir: es él demócrata o sultán?", son, por otra parte, los de la prensa crítica hacia el gobierno, que incluye algunos de los diarios de más influencia y tirada.
El líder del opositor Partido Republicano del Pueblo de Turquía (CHP), Kemal Kilicdaroglu, ha acusado al primer ministro de gobernar solo para una mitad del país eurasiático, según informa la emisora de noticias CNNTürk.
"Un primer ministro debe incluir siempre a todos cuando habla a su pueblo", ha asegurado Kilicdaroglu en referencia a un discurso de Erdogan anoche en Estambul ante miles de sus seguidores tras volver de una gira por el Magreb. Tras su retorno a Turquía anoche, el primer ministro exigió el cese inmediato de las violentas manifestaciones que sacuden Estambul y el resto del país desde hace una semana y reiteró una vez más que no cederá ante las exigencias de los manifestantes.
"Es peligroso hablar solo al 50 por ciento"
Erdogan regresó una semana después del comienzo de los choques violentos en las manifestaciones contra un plan de remodelación del parque Gezi de Estambul, que derivaron en protestas contra el gobierno, se extendieron por todo el país y se han vuelto diarias.
Los miles de seguidores que recibieron al primer ministro en el aeropuerto entonaron eslóganes contrarios a las protestas que el diario Milliyet califica de "peligrosos". Al llegar, Erdogan instó a los manifestantes a "terminar de inmediato sus acciones", frente a lo cual sus defensores respondieron coreando "Una sola señal de ti es suficiente", "Somos soldados de Tayyip", "Marchemos y acabemos con Taksim", "Minoría: no fuerces nuestra paciencia".
"Es peligroso hablar solo al 50 por ciento. ¿Significa eso acaso que no es el primer ministro del otro 50 por ciento?", se preguntó el líder opositor en referencia a las afirmaciones de Erdogan de que cuenta con el apoyo de la mitad del pueblo.
En declaraciones a la prensa en Esmirna, donde se han producido violentas protestas, Kilicdaroglu ha agregado que solo el primer ministro, de orientación islamista moderada, "no ve lo que todo el mundo ya está viendo".
"La bolsa está cayendo, los tipos de interés suben. Y él (Erdogan) está echando la culpa a otros, pero nunca dice que esto sucede mientras que él sigue hablando como lo está haciendo", señala el líder de la oposición turca.
La Bolsa reacciona con desconfianza
Uno de los principales preocupaciones del Gobierno de Erdogan es que el clima de inestabilidad afecte a la economía del país. Los disturbios han tenido un impacto directo en la actividad turística, y la bolsa de Estambul lleva toda la semana cerrrando en número rojos. Este viernes, ha reaccionado con desconfianza al discurso de Erdogan y también ha abierto a la baja, con un retroceso del 1,3 %.
Las manifestaciones, que comenzaron para impedir la construcción de un centro comercial en un parque de Estambul, han derivado en una protesta política para exigir el fin de la represión policial y sobre todo un cambio del estilo autoritario de Erdogan y de su Partido de Justicia y Desarrollo (AKP).
Tras una semana de disturbios, la noche ha transcurrido en calma. En Ankara, la capital turca, se celebraron reuniones y bailes pacíficos de manifestantes. En Estambul, sí hubo enfrentamientos entre policía y manifestantes. Las fuerzas del orden dispersaron con un blindado, cañones de agua a presión y gas lacrimógeno a un centenar de jóvenes que pretendía levantar una barricada para cortar el tráfico de una avenida en Sultangazi, un barrio muy humilde en la periferia europea de la Estambul.
Uno de los manifestantes ha tenido que ser hospitalizado por el impacto de un bote de humo, según el canal de televisión NTV. Desde que comenzaron las protestas, dos manifestantes han fallecido durante las protestas y otro se encuentra en estado de muerte cerebral. Además, un agente de seguridad murió tras caerse en una zanja cuando perseguía a un grupo de activistas.