El Gobierno británico niega en el Parlamento que sortee la legalidad desde su centro de escuchas
- Aseguran que están sujetos a un "control adecuado"y garantías
- Según Cameron, los servicios secretos actúan con las preceptivas autorizaciones
El Gobierno británico ha rechazado las acusaciones de que los servicios de inteligencia eludan la legislación británica para recolectar información privada de los principales servidores de Internet gracias al uso del programa secreto estadounidense, Prism. "Esta acusación no tiene fundamento", ha explicado el Secretario de Relaciones Exteriores, William Hague, ante el Parlamento. Hague ha asegurado en una declaración ante la Cámara de los Comunes que los servicios secretos del Reino Unido actúan con "el adecuado escrutinio".
"Los datos obtenidos por nosotros de los Estados Unidos que afectan a nacionales del Reino Unido son objeto de controles adecuados y salvaguardias dentro de la legalidad vigente en el Reino Unido", ha añadido Hague. "Los británicos pueden estar seguros de que se han respetado las leyes sobre la vigilancia" en cuanto a la actuación de los servicios de inteligencia, ha apuntado Hague, quien se escudó en la necesidad de mantener el secreto para ser poco preciso ante los diputados.
Las declaraciones insisten en la misma línea mantenida este lunes por el primer ministro británico, David Cameron, quien ha asegurado que los servicios secretos del Reino Unido trabajan dentro de la legalidad, en respuesta a la polémica generada por el presunto espionaje en el centro de escuchas GCHQ. Cameron ha defendido que sus servicios secretos actúan con las preceptivas autorizaciones, tras divulgarse que colaboran con el masivo programa de ciberespionaje de Estados Unidos.
El primer ministro británico ha dicho que las agencias de inteligencia están sujetas a un "control adecuado" y que son necesarias para proteger a los ciudadanos de un "mundo peligroso", en referencia a las actividades terroristas. El primer ministro conservador respondió de esta manera a las filtraciones en el diario "The Guardian" sobre las labores del GCHQ, el centro británico de escuchas ubicado en Cheltenham (oeste de Inglaterra), cuyas actividades son secretas.
El programa de espionaje de EE.UU.
La polémica surgió la pasada semana cuando los diarios The Guardian y The Washington Post divulgado documentos secretos que indican que la NSA tenía acceso secreto a registros telefónicos y en internet de millones de usuarios en Estados Unidos. Este lunes, un joven estadounidense de 29 años llamado Edward Snowden, extécnico de la CIA que trabajó como consultor para la Agencia Nacional de Inteligencia (NSA) de EE.UU., ha asumido la responsabilidad por las recientes filtraciones sobre el espionaje norteamericano. Por
El masivo programa de ciberespionaje de EE.UU. implicaría además a Londres pues, según el periódico británico, el centro de escuchas de los servicios secretos del Reino Unido usa desde 2010 un programa secreto estadounidense, Prism, para recolectar información privada de los principales servidores de internet.
“Es bueno recordar por qué tenemos servicios de inteligencia y lo que hacen por nosotros. Vivimos en un mundo peligroso, vivimos en un mundo con terrorismo. Lo hemos visto recientemente en las calles de Woolwich", ha dicho Cameron, en referencia al asesinato en mayo del soldado británico Lee Rigby a manos de dos islamistas radicales.