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Rusia castigará la "propaganda homosexual" y refuerza la persecución de las "ofensas religiosas"

  • La Duma aprueba otras dos leyes criticadas por ONG de derechos humanos

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Rusia castigará la "propaganda homosexual" y refuerza la persecución de las "ofensas religiosas"

Los diputados rusos han aprobado definitivamente dos polémicas leyes, una que castigará las ”ofensas a los sentimientos religiosos” con hasta tres años de prisión y otra contra la “propaganda homosexual” delante de menores de edad.

La primera llega en reacción a actos como el del grupo Pussy Riot, tres de cuyas componentes fueron encarceladas por un “rezo punk” contra Vladimir Putin en la catedral de Moscú. Esta condena fue muy criticada por organizaciones de derechos humanos, según las cuales en realidad se produjo una limitación de la libertad de expresión.

El texto ha sido aprobado en tercera y última lectura en la Duma (cámara baja del Parlamento) por 308 votos a favor y dos en contra, según AFP.

En defensa de la "tradición"

La otra ley prohíbe la “propaganda homosexual” delante de personas menores de edad, iniciativa que las minorías sexuales consideran una flagrante violación de su libertad de expresión.

La ley, que estipula multas en metálico para los que la infrinjan, recibió en su tercera lectura el apoyo de 436 diputados, mientras uno se abstuvo y nadie votó en contra, informa Efe citando a las agencias locales. La controvertida ley alude a la propaganda de "las relaciones sexuales no tradicionales" y no menciona en ningún momento el término "homosexual".

El proyecto de ley estipula multas para los particulares que infrinjan la nueva ley de hasta 3.000 euros para los particulares y el doble para cargos públicos.

El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró la pasada semana que promulgará otra ley que prohíbe la adopción de niños rusos por parte de parejas del mismo sexo, al tiempo que negó que en Rusia haya "discriminación" de las minorías sexuales.

La Asociación Internacional de Gays y Lesbianas concedió en 2012 a Rusia y Moldavia el dudoso honor de ser los países de Europa donde menos se respetan sus derechos.