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Margallo se muestra "comprensivo" con Erdogan mientras colegas europeos le exigen contención

  • Las cancillerías se pronuncian sobre Turquía antes de un debate en Estrasburgo
  • Roma califica como "inaceptable" la represión policial y Berlín exige contención

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Diversas cancillerías europeas se han pronunciado en tono muy distinto en relación a las protestas en Turquía, desde las contundentes críticas de Italia ante la “inaceptable” represión de las manifestaciones a la declaración mucho más suave de España, que ha mostrado “comprensión” y ha ofrecido “ayuda” a Ankara.

"Es prematuro para que la Unión Europea o ningún país de la UE intente dar lecciones de lo que hay que hacer en un país amigo. De lo que Turquía puede estar seguro es de que cuenta con la amistad, la comprensión y la ayuda que se nos solicite por parte de la UE", ha afirmado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.

En declaraciones en los pasillos del Congreso recogidas por Efe, el jefe de la diplomacia española ha recordado que Turquía es un "aliado importante dentro de la Alianza Atlántica", la OTAN, y ha concluido que por esas razones lo que ocurra en ese país "es algo que debemos seguir con enorme atención y enorme preocupación".

También ha defendido el sistema turco como un "mecanismo exportable" por su combinación de Islam y democracia y ha recordado que, desde otro punto de vista, es un país importante, candidato a la UE y que estaba "concebido como tránsito para la energía del sur del Caúcaso, que es otra de las grandes asignaturas que Europa tiene que aprobar en los próximos años".

Mientras, este mismo miércoles por la mañana, al menos otros tres ministros de los principales países comunitarios han sido más críticos con el Gobierno turco.

"Test de democracia"

El ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, ha asegurado en un comunicado que las imágenes de la plaza Taksim de Estambul, que el martes fue desalojada por la fuerza por segunda vez en dos semanas, son "inquietantes" y que el Ejecutivo islamista moderado del primer ministro Recep Tayyip Erdogan está mandando "una señal equivocada" con su reacción a las protestas.

"La libertad de reunión y el derecho a expresar opiniones libremente son derechos fundamentales inalienables en toda democracia. El Gobierno en Ankara debe hacer todo lo posible para que sus ciudadanos puedan disfrutar de estos derechos", ha añadido.

Más contundente aún ha sido su homóloga italiana, Emma Bonino, según la cual esta crisis están representando “el primer test serio” de cara a la hipotética adhesión de Turquía a la UE, sobre la que Roma se había mostrado partidaria hasta ahora, informa AFP.

Pero “la democracia no se agota con elecciones libres” y el "uso desproporcionado de la fuerza y la detención de abogados son inaceptables”, ha dicho en referencia a lo ocurrido la víspera en el país.

Por su parte, el canciller francés, Laurent Fabius,  ha llamado a la “contención” de todas las partes tras entrevistarse el martes con su homólogo turco, Ahmet Davutoglu, en principio en una conversación telefónica centrada en Siria, vecino de Turquía y actor clave en este conflicto.

Las protestas en Turquía arrancaron a finales de mayo como una modesta acción contra un proyecto urbanístico en Estambul y han degenerado, por la violenta respuesta policial, en un movimiento masivo contra el autoritarismo de Erdogan. Los disturbios han causado al menos cuatro muertos y más de 5.000 heridos, según Efe.

Este miércoles por la tarde, el Parlamento Europeo debatirá en Estrasburgo la situación en este país de mayoría musulmana, cuya adhesión a la UE ha sido objeto de muchos debates y aplazamientos desde hace varios años.