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La juez de los ERE cita al dueño de Uniter y al exdirectivo de Vitalia Antonio Albarracín

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La juez del caso de los ERE, Mercedes Alaya, ha citado a declarar como imputados al  dueño de Uniter, José González Mata, y al  exdirectivo de Vitalia Antonio Albarracín y a su mujer, María José  Marcos Férriz, matrimonio que ya compareció en marzo ante la juez en  el marco de la operación 'Heracles' desarrollada por la Guardia  Civil.

El dueño de la mediadora Uniter tendrá que comparecer el próximo día 17 y el exdirectivo de la otra mediadora implicada en la supuesta trama de los ERE fraudulenos tendrá que declarar dos días después, el 19, junto a su esposa.

En una providencia dictada el 10 de junio, consultada por Europa  Press, la magistrada de Instrucción número 6 de Sevilla cita a González Mata, cuya declaración estaba pendiente desde la  operación 'Heracles' desarrollada por la Guardia Civil el pasado mes  de marzo para investigar el supuesto cobro de 'sobrecomisiones' por  parte de las mediadoras que gestionaron las pólizas de prejubilación  relacionadas con los ERE.

Asimismo, la juez ha vuelto a citar "a fin de ampliar sus  declaraciones en calidad de imputados" a Antonio Albarracín y a su  esposa, punto en el que hay que recordar que el primero salió  recientemente de prisión tras abonar una fianza de 600.000 euros,  mientras que la segunda quedó en libertad con cargos tras comparecer  en marzo ante la magistrada.

El mismo día 19 de junio, la juez ha citado a declarar como imputada a la exdirectiva de Vitalia María Ascensión de la Cruz Antona, quien, a juicio de la magistrada, "se prestaría a figurar como administradora en Vitalia Vida y a intervenir formalmente en determinados actos y negocios jurídicos con la finalidad de actuar como una pantalla, de forma que quedara oculta la actividad directiva de los auténticos responsables de la empresa".  

Administrador judicial para Uniter

La declaración de González Mata se encontraba pendiente desde el pasado mes de marzo, periodo de tiempo desde el cual la juez ha ordenado el bloqueo de un total de 84 cuentas bancarias que se encuentran a nombre del dueño de la mediadora o de algunas de las empresas vinculadas a Uniter, como son Cureña S.L. o Ingotor Seguros S.L.. 

Precisamente, el pasado martes se celebró una comparecencia en la cual tanto la Fiscalía Anticorrupción como la Junta de Andalucía y el abogado del dueño de Uniter solicitaron a la juez que nombrara un administrador judicial para Uniter y Cureña, pero la magistrada aplazó dicho nombramiento y dijo que no tomaría ninguna decisión al respecto hasta que tomara declaración al imputado, lo que se producirá por fin la próxima semana. 

En este sentido, el letrado de González Mata señaló que Uniter y Cureña, debido a este bloqueo, "no pueden hacer frente a sus obligaciones tributarias", lo que está provocando "el embargo del patrimonio" de las compañías y, por ello insistió en la necesidad de nombrar a un administrador judicial.  

La declaración de Albarracín

Al hilo de ello, Cosano consideró "perentorio" que se nombre este administrador judicial, de manera que se permita a González Mata "pagar a sus trabajadores, a los bancos, a la Seguridad Social y a Hacienda" porque de lo contrario Uniter y Cureña "van a desaparecer, haciéndole un flaco favor" al procedimiento judicial que instruye Mercedes Alaya. 

La actual situación "está provocando que los bienes desaparezcan y que nadie pueda cobrar", señaló el abogado, quien ha precisado que los trabajadores no cobran sus nóminas desde el pasado mes de abril y que un total de 25 familias dependen directa o indirectamente de Cureña y Uniter. 

De su lado, Albarracín y su mujer ya declararon el pasado mes de marzo ante la juez, destacando que el primero de ellos aseguró en su comparecencia que "los últimos responsables del pago de las elevadas comisiones son los señores de la Junta". 

La juez imputó al exdirectivo de Vitalia sendos delitos continuados de cohecho, malversación de caudales públicos y prevaricación, así como un delito contra la hacienda pública y otro de falsedad en documento mercantil, ordenando su ingreso en prisión sin fianza, aunque posteriormente la Audiencia Provincial estimó el recurso del imputado y lo dejó en libertad bajo fianza de 600.000 euros, cantidad que depositó a los pocos días para poder abandonar la cárcel.