La Policía checa registra la oficina del primer ministro y detiene a su jefa de gabinete

• El primer ministro, Petr Necas, descarta que vaya a dimitir
• Las detenciones se enmarcan en un operación contra el crimen organizado.

El primer ministro checo, Petr Necas, durante una rueda de prensa

La Policía de la República Checa ha efectuado este jueves un registro de la oficina del primer ministro del país, el conservador Petr Necas, en el marco de una operación contra el crimen organizado en la que ha sido detenida su jefa de gabinete, Jana Nagyova.

Necas ha descartado poco después su dimisión porque, ha asegurado, que está " convencido de que yo no he hecho nada deshonesto y de que mis colegas no han hecho nada deshonesto", según declaraciones recogidas por medios locales.

"Por tanto, no tengo ninguna razón para considerar una renuncia ni la caída del Gobierno", ha agregado. La oposición, por su parte, ha pedido la renuncia del primer ministro, si se confirma que está implicado en casos de corrupción.

El registro de las oficinas del Gobierno checo en Praga y la detención de varios responsables, entre ellos Nagyova, se enmarca en una extensa operación contra el crimen organizado. Acerca del arresto de Nagyova, Necas ha afirmado este jueves que su confianza en su jefa de gabinete "no ha mermado", ya que no tiene motivos para pensar que haya violado la ley.

No se han explicado los motivos

La Policía todavía no ha explicado los motivos de las detenciones practicadas este jueves, aunque en la prensa checa se apunta a que puede deberse al cobro ilegal de bonos a cargo del Estado.

Según la prensa, unos 400 agentes participaron en la operación, en la que también habrían sido detenidos un antiguo responsable de la inteligencia militar y dos exdiputados de la formación conservadora del primer ministro.

El Ejecutivo de coalición de Necas se encuentra en minoría desde finales del año pasado y tiene sólo 99 de los 200 diputados de la Cámara baja del Parlamento. Para mañana, está convocada una reunión de emergencia entre el presidente checo, Milos Zeman, el primer ministro y el jefe de la oposición socialdemócrata, Bohuslav Sobotka.

En los últimos meses la República Checa ha sido escenario de numerosos escándalos de corrupción, que han despertado la alarma de la opinión pública.