"Memoria por correspondencia", el libro revelación en Colombia

• Su autora, la pintora Emma Reyes, falleció en 2003 en París.
• La novela rememora su infancia en el Bogotá de principios del XX
• La obra ha catapultado a la fama a la desconocida editorial Laguna Libros

La pintora colombiana Emma Reyes, autora de la novela, junto al pintor Fernando Botero en París.

La pintora colombiana Emma Reyes tenía 50 años cuando decidió contar su novelesca infancia en Bogotá. Lo hizo a través de las cartas que envió a uno de los intelectuales más influyentes de su país, el político e historiador Germán Arciniegas.

El resultado de ello es la novela revelación en Colombia, Memoria por correspondencia, una obra epistolar que reúne un total de 23 cartas escritas a partir de 1969.

A través de sus 207 páginas, la autora se sumerge en el Bogotá de principios del Siglo XX, donde vivió una infancia de travesuras y privaciones, tras haber sido abandonada junto a su hermana en un convento de monjas.

El texto narra también sus comienzos como pintora, cuando se trasladó a Buenos Aires en 1943, donde trabajó junto a artistas de la talla de Diego Rivera o Antonio Berni, antes de emigrar definitivamente a Francia, donde triunfó como artista y falleció en el 2003.

Un éxito inesperado

El éxito de Memorias por correspondencia ha sorprendido incluso al responsable de la editorial Laguna Libros, Felipe González, quien dice mirar todavía con sorpresa los números de los pedidos: "Muchas personas me decían que era una locura publicar este libro, un libro de cartas de una artista plástica".

Sólo cinco meses después de su publicación, el libro ganó el Premio al Mejor Libro de Autor Colombiano de No Ficción, catapultando a la fama a la pequeña y hasta entonces desconocida editorial Laguna Libros. Para la Feria del libro de Bogotá de 2012 se imprimieron mil unidades, y a día de hoy se han mandado imprimir, entre reimpresiones y nuevas ediciones, 11 mil ejemplares.

Una novela intimista y un retrato histórico

Las penurias en una casucha de un barrio popular de Bogotá, los años bordando prendas litúrgicas en un Convento o las vivencias junto a su hermana, ambas criadas por una india en un entorno rural... La novela ofrece un retrato intimista a través de cada carta. Pero permite también bucear en la Historia de las primeras décadas del siglo XX en Colombia, desentrañando sus costumbres, su religión y su lenguaje.