El fotógrafo José Manuel Ballester recorre el planeta siguiendo las huellas de Ferrovial
- '60 miradas a Ferrovial' en Caixaforum-Madrid
- Incluye fotografías de autopistas y aeropuertos de todo el mundo
- Es el resultado de un año de trabajo y 30.000 kms recorridos
La historia de Ferrovial
Los primeros años
Rafael del Pino y Moreno funda Ferrovial en 1952. La constructora crece rápidamente y en 1954 realiza en Venezuela su primera incursión fuera de España. Una década después cuenta con 500 personas en plantilla y una facturación de 750.000 euros.
Consolidación
La década de los 60 supuso un importante hito para Ferrovial con su consolidación en el mercado de las carreteras. En 1964 entra en el Plan Redia de construcción de carreteras y en 1968 logra la concesión de la Autopista Bilbao-Behobia (Europistas).
Es entonces cuando Ferrovial consolida su actuación en obras hidráulicas que culmina en 1985 con la adquisición de Cadagua. Además, Ferrovial refuerza su presencia internacional con la entrada en el proyecto de construcción de carreteras en Libia.
Crecimiento
La etapa de crecimiento de Ferrovial comienza con la construcción del AVE a principios de los 90 y las obras para la EXPO de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona. Se trata de una década fundamental para el futuro de la compañía con el nombramiento de Rafael del Pino Calvo-Sotelo como Consejero Delegado, en 1992 o la adquisición de la histórica constructora Agroman en 1995. Dos años después, la construcción del Museo Guggenheim, en Bilbao pone el broche final a este periodo.
Autopistas en Dallas, Chicago, Chile o Andalucía; aeropuertos en Madrid, Londres o Gdansk, y plantas de reciclaje, puertos, centrales nucleares y espacios culturales son solo algunos de los muchos proyectos que la compañía Ferrovial ha llevado a cabo en sus 60 años de historia y que ahora José Manuel Ballester retrata en la exposición 60 miradas a Ferrovial. , inagurada este miércoles por el Príncipe de Asturias, en CaixaForum Madrid.
El fotógrafo José Manuel Ballester ha recorrido 30.000 kilómetros durante un año para reflejar sesenta años de historia de infraestructuras, en 35 ubicaciones diferentes.
Casi sesenta fotografías sorprenden al visitante en diferentes espacios de ese edificio, con las que plasma la historia de la empresa Ferrovial, además de un vídeo, acompañado por música compuesta por Kevin Volans, resume el viaje fotográfico emprendido por Ballester.
Las autopistas de Dallas, Chicago o Chile, los tejados de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas junto a los aeropuertos de Londres o Gdansk, plantas de reciclaje, puertos, centrales nucleares y espacios culturales como el Guggenheim de Bilbao, son protagonistas de unas imágenes en las que ha puesto su particular mirada.
Durante el año de trabajo, el artista documentó proyectos de la compañía en 40 localizaciones de una docena de países de Europa y América.
El proyecto, con el que se ha querido rendir homenaje a la labor de las personas que han trabajado durante estos años en la empresa, está comisariado por Rafael Doctor, para quien iniciativas como ésta son un auténtico regalo.
A pie de autopista
"En este trabajo se ha producido algo que yo echo en falta y es la relación entre artista y empresa. La historia del arte se ha estructurado en esta relación y así, un trabajo que podía ser frío, cambia", comentó el comisario.En su opinión, se trata de un proyecto esencial y bonito que se puede contemplar en cuatro espacios de Caixa Forum, en los que es el espectador quien establece el recorrido.
"José Manuel ha hecho un ejercicio de generosidad máxima al establecer un diálogo en el espacio más bello y difícil dialogando con el edificio. Es una metáfora de lo que es Ferrovial en el mundo", señaló Doctor.
Premio Nacional de Fotografía 2010, para Ballester ha sido una oportunidad. "Cuando me lo propusieron me pareció un reto que no sabía lo que iba a suponer. En esos 30.000 kilómetros he aprendido mucho. La relación con la empresa ha sido muy útil para mí, he tenido total libertad para hacer el trabajo y he dispuesto de todos los medios".
Muy satisfecho, el fotógrafo reconoció que se le ha abierto un mundo de posibilidades y defendió la necesidad que hay de repensar la sociedad moderna. "Hay que demostrar la utilidad, mostrar a la sociedad que el arte es útil y cada uno en su puesto tiene que buscar soluciones".
Subido en un helicóptero o sobre tejados, al pie de las autopistas, en una planta de reciclaje a una temperatura de 60 grados, José Manuel Ballester, como es habitual en su trabajo, ha buscado una mirada diferente.
El otro lado de las cosas
"Me interesa ver el otro lado, la parte oculta de las cosas que hacen posible que esas cosas funcionen. Me he centrado en ese lado oculto, el que no se ve y que está al servicio del ciudadano".Aunque en la exposición se muestran 60 imágenes, el libro/catálogo recoge más de cien imágenes pertenecientes a este proyecto, del que el fotógrafo guarda mucho más material.
Con artículos, entre otros, de Richard Rogers, Antonio Muñoz Molina y Rafael Doctor, el libro/catálogo está dividido en tres secciones en las que se agrupan las imágenes bajo la filosofía: Pensar, Construir y Habitar, en las que se ha estructurado este viaje fotográfico por los sesenta años de la compañía.
El museo Guggenheim de Bilbao y el edificio de CaixaForum de Madrid "han sido para mi dos edificios muy especiales. Son muy importantes y además dos contenedores de arte. Junto a estos ha sido también especial el trabajo en el edificio de Telefónica de Alcalá de Henares, es una construcción que tampoco deja indiferente".
El proyecto más antiguo de los presentes en la exposición es el Hipódromo de la Zarzuela de Madrid, cuya construcción finalizó en 1941, y el más reciente el de la tuneladora que atraviesa Londres.
Los espacios en los que se desarrolla la exposición también han supuesto un reto y una satisfacción ya que el fotógrafo suele trabajar en los lugares de paso. "Utilizar ese espacio y llamar la atención sobre esos lugares ha sido una gran oportunidad".