El Gobierno turco amenaza con usar al Ejército para acabar con las protestas
- Los médicos denuncian un uso "salvaje" del gas lacrimógeno
- Este lunes ha habido huelga y no se han registrado graves enfrentamientos
El Gobierno turco ha amenazado con emplear a las Fuerzas Armadas para acabar con las protestas ciudadanas que sacuden el país si la actuación policial no es suficiente, el mismo día en el que varios sindicatos han hecho huelga y se han manifestado sin grandes incidentes.
Por la mañana, el viceprimer ministro, Büllent Arinç, elevaba el tono: "Lo que se requiere de nosotros es acabar con las protestas que sean ilegales. Está la Policía y si no es bastante la Gendarmería. Y si no basta, la Fuerzas Armadas. La ley nos da esa autoridad". "Creo que las inocentes manifestaciones que empezaron hace 20 días han terminado completamente", añadía Arinç en una entrevista televisada recogida por el diario Hürriyet en relación a la ocupación del parque Gezi por miles de personas para evitar su urbanización.
Convocatoria de huelga
Las declaraciones llegaban en una jornada en la que dos sindicatos y al menos tres colegios profesionales habían convocado huelga y manifestaciones en en protesta por la represión en el desalojo de la plaza Taksim y el parque Gezi, en Estambul, durante el fin de semana.
En concreto, habían llamado al paro la Confederación de Sindicatos del Sector Público (KESK), con 240.000 miembros, y la Confederación de Sindicatos Revolucionarios (DISK) han convocado huelga, y se sumaron doctores, ingenieros, dentistas y arquitectos.
Hasta el anochecer, las concentraciones y marchas han transcurrido con calma, según Efe. En Estambul, los simpatizantes de los dos sindicatos se reunieron en la céntrica calle Istiklal, exigieron a gritos la dimisión del primer ministro, y no trataron de romper el fuerte cordón policial, con blindados y antidisturbios, que bloqueaba el paso hacia la plaza Taksim, símbolo de las protestas.
Anteriormente, el ministro turco de Interior, Muammer Güler, había advertido que la huelga convocada este lunes por dos sindicatos como parte de las protestas que sacuden Turquía, era "ilegal", y había amenazado con reprimirla. "Hay voluntad de llevar a gente a la calle para acciones ilegales como un paro laboral y una huelga", ha dicho Güler. "Es imposible comprender su insistencia en seguir con las manifestaciones", añadía.
Los médicos denuncian un uso "salvaje" de los gases
Según la Asociación de Abogados de Estambul, que cita Reuters, en total la Policía detuvo a 441 personas el domingo.
Por su parte, la Asociación de Médicos Turcos, que representa al 80% de los profesionales, ha denununciado que la policía turca ha hecho un uso "salvaje" de los gases lacrimógenos para reprimir las protestas.
"Desde el 31 de mayo, la Policía intenta reprimir las manifestaciones pacíficas y legítimas. Las fuerzas policiales hacen un uso salvaje de los gases contra masas de civiles desprotegidos", indicó la asociación en un comunicado difundido el domingo. que representa al 80 % de los médicos de Turquía.
"Exponerse al gas más de un día incrementa el riesgo de problemas cardiovasculares", subraya la asociación, que cifra en 11.000 los afectados.
"Pedimos al gobierno que ponga fin de inmediato a esta violencia bárbara y hacemos un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que actúe contra la represión brutal de las exigencias democráticas", concluye el texto. Los facultativos han alertado que muchos afectados no quieren ir a los centros sanitarios públicos por temor a que sus datos acaben en manos de la Policía.
El comunicado denuncia, además, una "caza de brujas" contra los médicos voluntarios que atienden a los activistas en las manifestaciones. El propio gobernador de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu, ha admitido que la Policía ha detenido a varios médicos que estaban "ayudando a los manifestantes".