Hollande: "Los resultados de las reformas están tardando en llegar"
- Ha reconocido que Francia va "10 años por detrás, pero avanza rápido"
- Ha defendido el estímulo del crecimiento como vía de reducción del paro
El presidente francés, François Hollande, ha admitido este domingo, en una entrevista en televisión, que las medidas anticrisis que su Gobierno ha llevado a cabo en el año que lleva en el cargo tardan en tener las consecuencias deseadas para sus conciudadanos pero ha asegurado que, a pesar del retraso, se ha reaccionado a tiempo.
"Hemos perdido diez años", ha explicado Hollande respecto al retraso en aplicar medidas de adaptación de la economía francesa que otros socios de la Unión Europea, como Alemania, ya pusieron en marcha, pero ha asegurado: "vamos más rápidos que los demás".
"El Gobierno ha tomado la medida y ha tomado medidas", ha declarado el presidente en una entrevista en televisión en la que, a falta de grandes anuncios, ha intentado explicar las líneas generales de su programa, sobre todo para sacar al país de la crisis económica.
"Mi deber es abrirle una perspectiva a los franceses", ha declarado el presidente, que ha rechazado fijarse en la evolución de su popularidad, en mínimos históricos en las últimas semanas, porque "lo que cuenta es tener el acuerdo al final" del mandato para el que fue elegido.
Pero ha asegurado que su misión como presidente de la República es la de "valorizar nuestros activos" y ha declarado: "nunca se habían lanzado tantas acciones estructurales como desde hace un año".
Políticas de crecimiento para reducir el desempleo
El mandatario francés ha asegurado que la reducción del desempleo -que ya afecta a 3,2 millones de franceses, un 10,2 % de la población activa- es un "desafío mayor" para su quinquenio y ha insistido en que el paro solo podrá bajar con la aplicación de políticas de crecimiento, lo que hará también que los franceses recuperen el poder adquisitivo perdido.
Las palabras del presidente llegan después de conocerse las bases de la próxima reforma de las pensiones, en las que se considera un aumento de 41,5 a 44 años en el período de cotización necesario para obtener derecho a la jubilación plena.
Pero Hollande ha asegurado que no se retrasará más la edad legal de jubilación, que aumentó con el anterior presidente, Nicolas Sarkozy, de los 60 a los 62 años. En cambio, ha asegurado que la tasa de desempleo bajará en 2014.
El presidente se ha referido también a la necesidad de seguir políticas de estímulo del crecimiento en la Unión Europea (UE) y se ha presentado como impulsor de ellas entre sus socios: "fue difícil el apoyo de todos ellos", ha reconocido.
Hollande ha negado que Alemania haya sido un obstáculo para dotar a la UE de políticas de crecimiento y aseguró que (Angela) "Merkel lo aceptó porque es consciente del problema".
Dijo que no se debe poner a países como España y Portugal "de rodillas" en alusión a las políticas de austeridad aplicadas en ellos por las exigencias de reducción de sus respectivos déficit.
"En Europa hay políticas de austeridad muy duras, en España, en Portugal, en Grecia...Europa no ha tenido más remedio, pero les estamos poniendo de rodillas y, de esa manera, nos ponemos en más dificultares porque son socios esenciales", ha añadido el presidente.
Hollande reconoce errores
Aunque recuperando posiciones en su popularidad entre los franceses frente a los mínimos históricos alcanzados en las últimas semanas, Hollande se ha presentado ante sus conciudadanos admitiendo que el país "está atrasado" y en un "momento crucial".
Ha reconocido además que el entorno mundial cambia "a una velocidad muy rápida" y ha señalado que considera que su misión es "hacer avanzar" al país para recuperar la competitividad.
"No es el ritmo de las reformas lo que es lento, sino su aplicación", ha estimado el presidente, que ha abordado una de las reformas que ha anunciado, para confirmar que el sistema de pensiones tendrá que adaptarse "a una esperanza de vida que aumenta".
Además de admitir la tardanza en la aplicación de las medidas de estímulo, Hollande ha anunciado que propondrá a sus socios comunitarios en el próximo Consejo Europeo de los días 27 y 28 de junio una valoración del ritmo de su aplicación para decidir en consecuencia qué hacer.