Bretón niega que matara a sus hijos y cuenta que quemó basura mientras los niños dormían

• Dice que quemó basura, papeles, ropa y pertenencias de su exmujer
• Insiste en que los perdió en el parque. "Desde entonces no se nada", dice
• "Mis hijos no me temen, me adoran y yo los quiero con locura", asegura
• Acusa a la policía de no haber permitido que su familia los busque
• El fiscal y la acusación particular piden 40 años de cárcel

Bretón dice que no mató a Ruth y a José y habla de ellos en presente

"Yo no he matado a mis hijos. Los quiero con locura y desde que han desaparecido no tengo vida.  Daría la vida por ellos". Son palabras de José Bretón, acusado de matar en octubre de 2011 a sus dos hijos, quien ha declarado que el día de la desaparición de los pequeños acudió a la finca familiar de Las Quemadillas y mientras los niños dormían en el coche,  él quemó basura, papeles, ropa vieja y pertenencias de su esposa.  

En su declaración de más de cuatro horas ante el jurado popular que le juzgará, Bretón ha contestado a todas las preguntas del fiscal, la acusación particular y la defensa y ha negado además que arrojara restos de animales a la hoguera y que ese día diera a Ruth y José, de 6 y 2 años, pastillas para adormecerlos.

Así lo ha relatado en el  juicio que se sigue contra él en la Audiencia Provincial de Córdoba como acusado de dos delitos de asesinato con alevosía,  por los que el fiscal y la acusación particular piden 40 años de cárcel. Creen que Bretón quemó los cuerpos de sus hijos  en esa hoguera, donde se  hallaron huesos humanos de un niño de seis años y de otro de dos o tres, aunque todavía no se ha podido determinar si  pertenecen a los pequeños dada la imposibilidad de extraer ADN de esos  restos.

Durante su declaración, Bretón se ha mostrado tranquilo y se ha negado a descansar cuando se lo ha propuesto el presidente del tribunal. En todo momento ha hablado de sus hijos en presente y se ha dirigido directamente al jurado en numerosas ocasiones para decir que era "completamente falso" que haya matado a sus hijos.

Ha dicho que la columna de humo negro  que se detectó en la zona no correspondía a la  hoguera que él encendió en su finca, sino a otra cercana porque el fuego que él prendió fue "pequeño".

El acusado ha explicado, por otro lado, que no repostaba en las gasolineras y compraba garrafas de gasoil para ahorrar y que con los 70 litros que compró el día antes de la desaparición de sus hijos realizó varios repostajes en su coche.

Además ha dicho que en la primera inspección policial a los restos de la hoguera escuchó cómo una perito policial dijo que no había restos humanos sino de pequeños animales y roedores.

"Perdí a los niños. Me gustaría saber qué ha pasado después"

Ha insistido en el juicio en que perdió a los pequeños en el parque Cruz Campo de Córdoba cuando los  perdió de vista "un instante" entre un grupo de gente y que desde entonces no sabe lo que pasó.  "Me gustaría saber que pasó después", ha dicho en la declaración.

"Desde que los perdí yo no tengo vida y yo no he podido hacer nada para buscarlos porque no me han dejado", ha afirmado, para denunciar después que la policía impide a su familia que utilice los medios que sean  necesarios para buscar a los pequeños a pesar de que él les ha pedido  que lo hagan.

“La policía no me ha dejado buscar a mis niños“

En relación a las pastillas para dormir, que el Ministerio Fiscal ha dicho "utilizó para dormir a los niños y matarlos", ha explicado que fue el psiquiatra, al que  acudió porque tenía "manías", el que se las recetó para la ansiedad y los nervios.

Bretón las compró, pero  después las tiró, aunque, según su testimonio, no recuerda si se  desprendió de ellas ese mismo día o al siguiente.

A preguntas de la defensa, ha negado que le dijera a un policía que sus hijos estaban "cerca de él" y que cuando él salga de la cárcel aparecerán "vivos o muertos".

"Mis hijos no me temen, me adoran, y yo los quiero con locura"

Al inicio de su declaración ha defendido ante el juez y el jurado su labor como padre: "Mis hijos no me temen, me adoran, y yo los quiero con locura".

Bretón ha declarado que se considera un hombre tranquilo y que no se enfada con facilidad. Ha dicho en el juicio que inculca "buenos valores" a sus hijos que nacieron "fruto del amor". "Soy un buen padre, soy constante en su educación", ha dicho, para añadir que a partir de 2010 se dedica en exclusiva al cuidado de sus hijos: "Quien cría a mis hijos soy yo. Yo lo hacía todo".

"Mis hijos son la mayor alegría que voy a tener en la vida", ha relatado en una declaración en la que ha llegado a llorar al contar cómo su hijo corría a sus brazos cuando salía de la guardería: "Un niño que teme a su padre no corre así hacia él".

“Mis hijos son mi mayor alegría“

Algunas de las preguntas se han centrado en la relación de Bretón con su mujer, Ruth Ortiz, que declarará este miércoles en el juicio. El acusado ha definido su matrimonio como una "relación plana, sin altibajos" y ha afirmado que fue ella la que quiso separarse.

Ha contado que propuso a su exmujer volver a estar juntos porque no le "importaba" convivir con ella "con tal de estar con los niños". Según ha explicado Bretón, no tiene animadversión hacia su exmujer y "por amor a la familia" decidió irse con su mujer a Huelva cuando a ella le ofrecieron un trabajo a pesar de que él perdió el suyo indefinido en Córdoba.

Las acusaciones tienen claro que los mató

La representante del Ministerio Fiscal en el juicio, María Ángeles Rojas, aseguró en su alegato este lunes que no tenía duda alguna de que Bretón asesinó a sus hijos de la forma más "cruel" posible y que el acusado se ha inventado un "cuento" y una "fantasía" para declararse inocente.

Mientras, la abogada de la acusación particular, María del Reposos Carrero, dijo tener la sospecha de que el acusado también quería quemar a su exmujer en la pira donde supuestamente quemó a los pequeños.

José María Sánchez de Puerta, defensor de José Bretón, opinó, por su parte, que el procesado ya ha sido "crucificado" desde el primer momento y "condenado" por la opinión pública en un juicio paralelo que le ha "marcado" de por vida.

El juicio se prolongará previsiblemente hasta el día 8 de julio y está previsto que comparezcan 98 testigos y 46 peritos.