Mueren 4 soldados americanos en Afganistán tras anuncio de negociaciones con talibanes
- Los talibanes han reivindicado el ataque contra la base de Bagram
- Los militantes islamistas han abierto una oficina en la capital de Catar
- EE.UU. había anunciado que también participará en el proceso
Cuatro soldados estadounidenses han muerto este martes en un ataque talibán con cohetes contra la base aérea estadounidense de Bagram, a las afueras de Kabul, según ha indicado un funcionario del Pentágono.
"Los muyahidines (combatientes islámicos) lanzaron anoche dos cohetes contra la base de Bagram (a 60 kilómetros al norte de la capital afgana), y mataron a cuatro soldados de EE.UU. e hirieron a seis", precisa en un comunicado el principal portavoz taliban, Zabiualah Muyahid.
Por su parte, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), la tropa internacional de la OTAN que lidera la intervención en Afganistán, ha reconocido que cuatro de sus miembros habían fallecido en un ataque "en el este de Afganistán", pero no revelaron su nacionalidad.
La guerra afgana se halla en uno de los momentos más sangrientos once años después de la invasión de EE.UU. y caída de los taliban en 2001.
Según un informe de la ONU, el número civiles muertos en los primeros cinco meses de 2013 en Afgasnistán ha aumentado un 24 por ciento respecto al mismo período de 2012, situándose la cifra en 2.499.
Talibanes y Gobierno afgano iniciarán conversaciones
Los talibanes han abierto una oficina en Doha, la capital de Catar, con el objetivo de celebrar negociaciones directas de paz con el Gobierno de Afganistán en las cuales Estados Unidos también ha dicho que participará.
El anuncio se produce el mismo día en que el presidente afgano, Hamid Karzai, ha informado del inicio del traspaso definitivo de la seguridad a las fuerzas nacionales en medio de una nueva demostración de fuerza talibán con un ataque en Kabul que ha costado la vida a tres civiles.
En 2011 Karzai y EE.UU. ya mantuvieron conversaciones con los talibanes.
En una rueda de prensa, Mohamed Naim, portavoz de la oficina de los talibanes, ha dicho que la apertura de la sede supone "un medio para el entendimiento y el comienzo de las conversaciones" de paz, informa Efe. El portavoz ha justificado la lucha de estos años del movimiento talibán para "acabar con la ocupación".
"Respaldamos la solución política para ayudar a establecer un Gobierno justo para todo el pueblo afgano", ha añadido, al tiempo que ha expresado el deseo de los islamistas de "establecer lazos con los países vecinos y del resto del mundo".
El ministro catarí de Asuntos Exteriores, Ali bin Fahd al Hayiri, ha asistido a la inauguración de la oficina, cuyo establecimiento se venía negociando desde 2011, según AFP, y ha dicho que espera que sirva para forjar la paz en el país musulmán.
Por su parte, un alto cargo del Gobierno del presidente Barack Obama ha dicho en una conferencia telefónica con periodistas que EE.UU. "tendrá un papel" en esos contactos, aunque otra fuente de la Administración norteamericana ha aclarado: "Son negociaciones entre los afganos, no conversaciones entre Estados Unidos y los talibanes".
Además, ha matizado que la participación está condicionada a que los talibanes y otras organizaciones insurgentes "rompan sus vínculos con Al Qaeda, pongan fin a la violencia y respeten la Constitución de Afganistán, incluidos los derechos de las mujeres y las minorías".
El Gobierno de Kabul no ha hecho ningún comentario pasadas varias horas de este anuncio.
Catar media de nuevo
La fecha del inicio de las conversaciones no se ha dado a conocer. En los últimos años se han sucedido sin éxito diversas iniciativas de diálogo entre el movimiento integrista talibán, la comunidad internacional y las autoridades afganas.
Un proceso liderado por Kabul a mediados de 2011 quedó oficialmente roto en noviembre de ese año con el asesinato en un atentado suicida del expresidente Burhanudín Rabbani, que dirigía el Consejo de Paz afgano, encargado de pilotar las negociaciones.
EE.UU. lo intentó unilateralmente a principios de 2012 mediante encuentros también en Catar, pero los talibanes pusieron fin a este diálogo al cabo de un par de meses alegando que Washington no mostraba un compromiso serio, recuerda Efe.
El emirato de Catar, riquísimo por sus hidrocarburos, ha tomado protagonismo en la escena política árabe especialmente tras las revueltas de 2011: apoyó activamente a los rebeldes libios contra el régimen de Gadafi y ahora lo hace con los sirios contra Al Asad.
Lejos de pacificarse o estabilizarse con los años, el conflicto afgano se encuentra en uno de sus momentos más sangrientos desde su comienzo en 2001. La ONU ha contabilizado 2.500 víctimas civiles en los cinco primeros meses del año, un 24% más que en el mismo periodo del año pasado, de las que un 74% se atribuye a los ataques de los talibanes.