Dolce y Gabanna, condenados a un año y 8 meses de cárcel por evasión fiscal

• El Tribunal de Milán les atribuye un fraude a Hacienda de 1.000 millones 
• La defensa de los diseñadores italianos ya ha anunciado que recurrirá

Stefano Gabbna y Domenico Dolce saludan tras el desfile de Milán el pasado mes de septiembre.

Los diseñadores italianos Domenico Dolce y Stefano Gabbana han sido condenados a un año y ocho meses de cárcel por defraudar a la Hacienda italiana alrededor de 1.000 millones de euros.

La jueza Antonella Brambilla, del Tribunal de Milán, les ha condenado después de que la Fiscalía les señalase como "los sujetos que se beneficiaron en mayor medida" de la operación que permitió una evasión fiscal a gran escala y que se llevó a cabo mediante su firma de moda Dolce & Gabbana.

En concreto, la firma evitó el pago de impuestos a través de la creación de una sociedad fanstasma con sede en Luxemburgo llamada Gado.  Esta empresa, que lo único que tenía en este país era una oficina vacía, según la Fiscalía, constaba como la propietaria de algunas de las marcas que forman parte del grupo, pero que en realidad se gestionaba desde Italia.

"Gado era una construcción artificial y funcional destinada a conseguir la ventaja fiscal que se obtuvo. Tenía solo una pequeña oficina en Luxemburgo en un edificio y no había ninguna actividad en ella, porque la  actividad verdadera estaba toda en Italia", ha detallado el fiscal Gaetano Ruta.

De este modo, siempre según la Fiscalía, que llevó a cabo la investigación  entre 2007 y 2010, las ganancias derivadas de la explotación  de la marca tributaban en el extranjero y no en Italia,  donde deberían  haberse pagado los impuestos.

Condena inferior a la solicitada por el fiscal

Además de la pena de cárcel, la jueza Antonella Brambilla ha establecido que los modistos deberán resarcir al fisco italiano, con una cantidad provisional de 500.000 euros.

La condena dictaminada por el Tribunal milanés es inferior a la solicitada por el fiscal Gaetano Ruta, que pedía dos años y medio de cárcel para los diseñadores por este caso, en el que estaban imputadas otras cinco personas.

Ambos estilistas están acusados, además, de haber cedido las marcas que forman parte de su imperio a la sociedad Gado por 360 millones de euros, un valor muy inferior al real, según la acusación, que lo cifra en unos 700 millones.

El fiscal ha agregado que en el proceso existía una tendencia a "mantener a los dos imputados un poco fuera del asunto porque muchos testigos decían que no se ocupaban de estas cosas, que son solo creadores.

Pero Ruta ha recalcado que "Dolce y Gabbana son los sujetos que indirectamente se han beneficiado en mayor medida de esta operación, ya que Gado está controlada en un 80% por Dolce&Gabbana".

Recurrirán el veredicto

Tras conocer la decisión del Tribunal de Milán, la defensa de Dolce y Gabbana ha indicado que ahora esperan a las motivaciones de la sentencia y ha confirmado que recurrirán el veredicto en apelación.

En 2011 un juez decidió archivar la causa contra los diseñadores italianos al considerar que no había lugar para su enjuiciamiento, pero la Fiscalía recurrió al Tribunal Supremo, que decidió en noviembre de ese mismo año que se procediera contra ellos por la evasión fiscal y no por el supuesto delito de estafa al Estado que también se había formulado en un principio.

En marzo de este mismo año, la Comisión Tributaria de Milán ratificó la multa en primer grado impuesta en 2011 de 343,4 millones de euros contra Dolce y Gabbana por la evasión fiscal. El montante defraudado se cuantifica en unos 416 millones de euros por cada modisto y otros 200 millones de euros por la sociedad Gado.