El nombramiento de un islamista radical como gobernador de Luxor subleva a los turoperadores
- Los agentes turísticos de la región llevan cuatro días seguidos de protestas
- Adel al Jaiat estuvo vinculado a la Gamaa Islamiya, que practicó el terrorismo
El nombramiento de un islamista radical como gobernador de Luxor ha provocado airadas protestas de los turoperadores de la histórica región egipcia, que temen una nueva caída de las visitas dos años después de las revueltas.
Este jueves, un grupo de empleados del sector se han concentrado en El Cairo a las puertas del Ministerio de Turismo en protesta por el nombramiento en este puesto de Adel al Jaiat, exmiembro de la Gamaa al Islamiya, la organización salafista a la que se atribuyen numerosos atentados en los años 90, algunos de ellos contra turistas extranjeros.
La víspera, un grupo de personas llegó a cortar los accesos a la sede del gobernador de Luxor (sur del país) con barricadas de neumáticos ardiendo, y en total van cuatro días seguidos de manifestaciones, según los medios locales.
En otras provincias también ha habido manifestaciones tras el anuncio hecho el domingo por el presidente islamista, Mohamed Morsi, de nombrar a 17 gobernadores, siete de ellos miembros de los Hermanos Musulmanes.
En el caso del designado para el puesto de Luxor está ligado a otro grupo más radical, el Partido de la Construcción y el Desarrollo (PCD), en el que militan varios exmilitantes condenados por su pertenencia a la Gamaa al Islamiya, que dejó las armas hace una década. Al Jaiat, que según Reuters ingresó en la organización cuando era un joven estudiante, dijo el martes a la misma agencia que él nunca tuvo actividad “militante” y que trabajará para aumentar el turismo en la capital del Imperio del Antiguo Egipto, que alberga famosos templos.
Denuncian cancelaciones de visitas
Con todo, la designación también resultó inadmisible para el ministro de Turismo, Hisham Zaazu, que el miércoles cesó por esa cuestión. Según Efe, el dimisionario dijo que el mero hecho de su designación como gobernador ya había causado grandes pérdidas para el sector por la anulación de varias visitas.
En reacción a la polémica, un portavoz del PCD ha dicho que la organización no tuvo que ver en los “asesinatos” que se le atribuyen y en particular en la masacre de 1997 en el templo de Hatshepsut, en la que murieron 58 personas.
Sin embargo, algunas fuentes dicen que entre 1992 y 1998 la Gamaa al Islamiya lanzó una violenta campaña para derrocar al régimen del entonces presidente Hosni Mubarak que acabó con la vida de hasta 1.300 personas.
La Federación de Turismo Egipcia también pidió la renuncia de Al Jaiat al considerar que su nombramiento arruina todos los esfuerzos realizados últimamente para recuperar el turismo cultural en Egipto, que apenas se ha recuperado tras más de dos años de convulsión social desde las protestas que llevaron a la caída de Mubarak en febrero de 2011.
En otras provincias también se han registrado protestas e incluso enfrentamientos entre seguidores y detractores de los Hermanos Musulmanes, la poderosa organización que apoya a Morsi. La oposición egipcia ha convocado manifestaciones para el próximo día 30, coincidiendo con el aniversario de la llegada al poder de Morsi, que logró una amplia victoria en las primeras elecciones plurales celebradas en Egipto.
Desde entonces, el país ha sufrido graves episodios de violencia y constantes protestas sobre todo de grupos de la oposición laica que impulsaron aquella revuelta y que han visto traicionado su espíritu con el proyecto islamista del gobierno.