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Los combates por la violencia sectaria del sur del Líbano se extiende al norte del país

  • Han muerto 12 soldados y dos milicianos suníes en Sidón
  • También se han producido choques en la ciudad de Trípoli
  • El Ejército advierte que se intenta "encender la mecha" como en 1975

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Un miliciano suní dispara al aire en Trípoli, en solidaridad con el jeque Ahmed Asir
Un miliciano suní dispara al aire en Trípoli, en solidaridad con el jeque Ahmed Asir.

Los combates entre el ejército y salafistas radicales en Líbano han continuado este lunes en los alrededores de la ciudad meridional de Sidón y se han extendido al norte del Líbano, principalmente a la ciudad de Trípoli y un cercano campo de refugiados palestinos como contagio de la guerra en Siria. La cúpula de la seguridad se halla reunida en el palacio presidencial de Baadba, según medios libaneses,  donde están analizando la crítica situación, en la que ya han muerto al menos al menos 12 personas.

Los choques, que comenzaron este domingo, prosiguen en torno a la mezquita Bilal Bin Rabah, donde es imán el jeque radical suní Ahmed Al Asir, que ha hecho un llamamiento a sus seguidores, al "pueblo de Sidón, del Líbano y a los liberales del mundo árabe para que socorran a sus familiares, que son objeto de una matanza".

"El ejército libanés impide cualquier ayuda a los niños, mujeres y heridos en las cercanía de la mezquita, y bombardea la zona con obuses y armas pesadas", ha afirmado Al Asir en su mensaje, en el que acusa a las tropas libanesas de actuar en connivencia con los milicianos del grupo chií Hizbulá. “Ahora, el fusil está dirigido contra nosotros después de haberlo estado contra Al Quseir", en alusión a la localidad siria que fue recientemente recuperada por el régimen de Damasco con la ayuda de Hizbulá.

El ejército ha confirmado la muerte de 12 militares, aunque algunos medios elevan el número de bajas mortales en sus filas a 17. Fuentes citadas por el diario libanés The Daily Star han asegurado que el ejército ha detenido a 17 milicianos cercanos al clérigo salafista. El jefe de operaciones de la Cruz Roja Libanesa, Georges Ketan, ha declarado a la televisión LBC que más de 50 civiles han resultado heridos en los combates y trasladados a hospitales, aunque puntualizó que todavía no han podido entrar en las áreas más conflictivas, en el barrio de Abra.

Mientras, el ejército libanés ha bombardeado posiciones de los grupos radicales suníes Fatah al Islam y Yund el Sham en las cercanías del campo de refugiados palestinos de Ain el Helu, el mayor del Líbano.

Combates en Trípoli

La situación se está deteriorando también en la ciudad septentrional de Trípoli, uno de los focos de mayor violencia entre partidarios y detractores del régimen de Bachar al Asad, donde elementos armados han salido a las calles disparando y exigiendo a los comerciantes que cierren sus establecimientos. Una granada fue lanzada en la plaza Abdul Hamid Karame de Trípoli, mientras que se escuchan disparos en el campo de refugiados palestinos de Bedawi, cerca de esta ciudad.

El patriarca maronita (católico de Oriente), monseñor Bechara Rai, ha condenado con rotundidad los ataques contra las fuerzas armadas. "Atacar al ejército equivale a atacar a la nación, al Estado, a las instituciones y al honor de los ciudadanos. Condenamos a todos los que encubren esos crímenes y a quienes los cometen", ha afirmado.

El conflicto en Siria, en el que una oposición mayoritariamente suní se enfrenta al régimen de Bachar al Asad, que pertenece a la secta alauí (una rama del chiísmo), ha tensado las frágiles relaciones sectarias en el vecino Líbano y ha provocado enfrentamientos en Sidón y en otras ciudades.

La tensión ha ido en aumento desde que milicia chií libanesa de Hizbulá participa abiertamente  en los combates contra la oposición. Para evitar que los enfrentamientos lleguen a la capital, Beirut, el Ejécito ha lanzado una operación en Sidón y en otros focos potenciales de violencia.