Alicante celebra la "Nit de la cremá" bajo el recuerdo del niño fallecido por un petardo
- La multitud ha pedido a los bomberos que agua de las mangueras en la "banyá"
- La memoria del niño fallecido por la explosión de un petardo inunda la fiesta
Alicante ha celebrado en la noche del lunes su cita anual con los monumentos de cartón y madera en "La Nit de la cremá", que continúa la celebración de la Noche de San Juan en la madrugada del domingo. El recuerdo de Aarón, el niño fallecido por la explosión de un petardo, ha permanecido muy presente en el recuerdo de los alicantinos.
A las 0.00 horas del martes se ha iniciado la celebración con el disparo de una gigante "palmera" de fuegos artificiales desde el castillo de Santa Bárbara.
A partir de ese momento, el fuego ha comenzado a incendiar los primeros monumentos de cartón y madera, 182 en total, bajo la estrecha vigilancia de treinta y ocho equipos de bomberos.
El fuego invade Alicante
Como cada año, la primera en arder ha sido la hoguera oficial, "Soplo de brisa", del artista Jesús Grao, y plantada en la plaza del ayuntamiento, después de que la mecha fuera encendida por la reina de las fiestas (la "bellea del foc", Beatriz Botella) desde el balcón de autoridades.
El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y la alcaldesa, Sonia Castedo, han sido testigos de este fin de fiestas.
Varios miles de personas se han agolpado junto a las vallas protectoras para vitorear el fin de la hoguera y sentir de cerca el intenso calor que desprende la pira.
Tampoco ha faltado la tradicional "banyá", en la que la multitud pide a los bomberos que les dirijan las mangueras para aliviar el calor, otro de los típicos ingredientes de esta festividad.
Estas imágenes se han reproducido al mismo tiempo en varios monumentos de la ciudad, muchos de ellas con ninots de carácter satírico, tratando con humor y crítica la actualidad política.
El fuego se extenderá al resto de los monumentos, hasta alcanzar los 182, y para ello los bomberos, con el apoyo de 300 policías locales y 200 voluntarios de Protección Civil, desempeñarán un papel clave para que todo transcurra con normalidad y seguridad.
Una fiesta bañada por sonrisas y lágrimas
El dolor por la muerte del pequeño Aarón, de 9 años de edad se ha extendido al conjunto de la ciudadanía y, en especial, a quienes durante todo el año trabajan por estas fiestas.
Un día después, la ciudad recuperó, al menos en parte, la sonrisa cuando los bomberos rescataron con vida a un bebé, de unos 40 días de vida, arrojado supuestamente por su madre a un patio de luces.
A partir de la mañana del martes, la ciudad volverá la normalidad tras una semana alterada tanto por los numerosos cortes de circulación debido a la "plantá" de monumentos y barracas.