Simon Rattle: "Siento no haber dirigido ópera en el Real pero la vida es larga...."
- Dirige a la Filarmónica de Berlín este miércoles, jueves y viernes
- Radio Clásica emitirá en directo el concierto del viernes
- Rattle ha alabado al Coro Titular del Real con quien ya ha ensayado
- Radio Clásica emite la sesión del viernes a las 20.00 horas
El proyecto inicial era que el director británico Simon Rattle (Liverpool, 1955) dirigiera La flauta mágica, Salomé y Carmen en el Teatro Real. La necesidad de ajustar presupuestos frustró la idea. Sir Simon ha agradecido este martes, en el Teatro Real, la "honestidad" de la dirección del auditorio para negociar otra forma de presencia del director. Esa aparición -que él llama "pequeña residencia"-consistirá en que dirigirá los próximos días 26, 27 y 28, la Novena Sinfonía de Beethoven.
Es la forma que encontraron Rattle y Mortier -director artístico del TR- de que participara el Coro titular del Teatro Real, del que Rattle ha afirmado que aúna"grandes voces profesionales y el entusiasmo de los coros aficionados", después de haber realizado un primer ensayo con ellos. Y también el modo de que intervinieran los destacados solistas que iban a participar en el frustrado proyecto mozartiano: la soprano Camila Tilling, la contralto Nathalie Stutzmann, el tenor Joseph Kaiser y el bajo Dmitry Ivaschenko.
Además, la Novena,,ha añadido el director de Liverpool que se dió a conocer al frente de la Sinfónica de Birmingham, "habla de humanidad como la Flauta Mágica". Una obra "luminosa" cuya progresión en intensidad, le recuerda, ha confesado, a "una flauta mágica que ascendiera hasta el cielo". El cielo de Madrid, y quizás el de Berlín, ya que el hermamiento de ambas ciudades es también motivo de estos conciertos.
La última sinfonía de Beethoven es además, ha recordado Rattle, una obra que sirve para ser proyectada en grandes pantallas, como lo será en la función del 28, a través de las pantallas de la plaza de Callao. Ese mismo viernes, podrá además, escucharse en directo por Radio Clásica-RNE
"Siento no haber dirigido ópera en el Real pero la vida es larga....", ha confesado finalmente el director esperanzado en que vendrán tiempos mejores.
Siguientes actuaciones: Ibermúsica y Barcelona
Rattle, cercano y sonriente, ha mantenido este jueves el único encuentro con la prensa programado en esta visita a España, acompañado por director del Real, Ignacio García-Belenguer, el presidente de Ibermúsica, Alfonso Aijón, y el director general del Palau de la Música Catalana, Joan Oller.
Alfonso Aijón ha traído a Rattle al Auditorio Nacional, a su ciclo de Ibermúsica, para despedir la temporada 2012/13. Allí dirigirá, el sábado, a la Filarmónica junto al Orfeón Donostiarra, en un programa dedicado a Schumann, con su segunda sinfonía, y el inmenso Requiem de Fauré, una de sus piezas predilectas.
Ese será el mismo programa que interpretarán el 1 de julio en el Palau de la Música, que agotó en tres horas las entradas y un lugar al que él, ha dicho, está "deseando volver".
El domingo, Rattle dirigirá de nuevo a la Filarmónica pero en la obertura de La flauta mágica, de Mozart; Blumine, de Mahler; el concierto para violín de Berg "A la memoria de un ángel", con Guy Braunstein, y la sinfonía "Renana" de Schumann.
" Van a ser unos días de muchísimo trabajo, pero también de una gran alegría", ha resumido el director
"La Filarmónica de Berlin: mi familia"
Interrogado acerca de la crisis y los recortes que afectan a la cultura, Rattle ha asegurado que Europa está "en una situación realmente desesperada que se extiende y que no ha llegado al final. Es terrible ver cómo los problemas se extienden. Hacen falta muchos años para consolidar algo y muy pocos minutos para echarlo abajo. Espero que todo vuelva a florecer cuando las aguas vuelvan a su cauce", ha deseado.
El británico ya ha anunciado que dejará la Filarmónica en 2018 por su edad, y que pondrá fin así a 16 años al frente de una formación fundada en 1882.
"Han sido 16 años maravillosos y, como la canción de los Beatles, aún me quedan cosas por delante que hacer. La voy a echar mucho de menos, pero es mejor irse pronto que tarde. Quiero otro tipo de vida cuando tenga 64 años. Creo que todo el mundo necesita cambiar", ha argumentado.