El vía crucis judicial de Silvio Berlusconi
- Hasta el 2012 no pudo ser juzgado por gozar de inmunidad parlamentaria
- Se enfrenta en estas semanas a más de cuatro casos judiciales y dos civiles
- Las sentencias podrían condicionar el destino político del gobierno italiano
Se ha sentado una docena de veces en el banquillo de la acusación, pero siempre ha salido airoso. A pesar de ello, Silvio Berlusconi ha sido el primer jefe de gobierno italiano que ha comparecido ante los tribunales. Su vuelta a la política tras un retiro forzoso en 2011 fue visto por muchos como un nuevo intento de Il Cavaliere de blindarse ante la justicia.
Berlusconi, el gran magnate de las comunicaciones y el hombre que ha dominado la política italiana durante los últimos veinte años, se enfrenta por fin estas semanas en los tribunales a más de cuatro casos judiciales y dos civiles. Hasta el pasado año no pudo ser juzgado por ocupar el cargo de primer ministro y gozar de inmunidad parlamentaria.
De las sentencias de los tribunales podrían depender tanto el destino político del actual gobierno italiano, como la mermada reputación y la carrera política del popularmente conocido como Il Cavaliere.
Estas son sus principales causas pendientes ante la justicia:
El Caso Unipol, publicación ilícita de escuchas telefónicas
En marzo de este año, Silvio Berlusconi fue condenado a un año de cárcel en el llamado `Caso Unipol´ por la publicación de forma ilícita de escuchas telefónicas en el diario Il Giornale, propiedad de su hermano Paolo, con el objetivo de perjudicar a su rival político Piero Fassino.
El caso Unipol se remonta a 2005, cuando Il Giornale publicó una conversación entre el presidente de la aseguradora Unipol, Giovanni Consorte, y el entonces líder del partido Demócrata de Izquierda (DS), Piero Fassino, sobre el supuesto intento de ambos de hacerse con el control de Banca Nazionale del Lavoro (BNL).
La Fiscalía solicitó una condena de un año de prisión para Il Cavaliere, pero aún está pendiente la decision del Tribunal Constitucional sobre la recusación de una de las juezas que dictaron la sentencia, Maria Teresa Guadagnio. Si su recusación fuera aceptada, esta sentencia contra Berlusconi sería anulada.
El proceso Mediaset, fraude fiscal
Tras casi diez años de investigación y seis de proceso, el Tribunal de Apelación de Milán condenó en 2012 a Silvio Berlusconi a cuatro años de cárcel por evasión de impuestos en la compraventa de derechos de películas para su compañía audiovisual Mediaset.
El juicio se inició en 2006 y se reanudó en febrero de 2011, tras permanecer suspendido varios meses, a la espera de que la Corte Constitucional se pronunciara sobre la llamada ley del "legítimo impedimento", escudo judicial del que se sirvió Berlusconi cuando ocupaba la jefatura del Gobierno para no acudir a las audiencias y que quedó parcialmente invalidado.
El pasado 19 de junio, el Tribunal Constitucional italiano debió pronunciarse sobre si Berlusconi se vio legítimamente impedido a defenderse, tal como él alegaba.
Finalmente, el Constitucional rechazó el recurso en junio de 2013 y confirmó la sentencia del Tribunal de Milán, que condena al magnate italiano a cuatro años de cárcel y a cinco de inhabilitación para cargos públicos.
Esta sentencia fue confirmada en segunda instancia por el mismo tribunal, pero queda aún pendiente un posible último recurso ante el Tribunal Supremo. Gracias a la Ley de Indultos, la condena podría quedar reducida a un año de cárcel.
El caso Ruby, prostitución de menores y abuso de poder
Tal vez el Caso Ruby haya sido el golpe más duro para Silvio Berlusconi, acusado de abuso de poder y de incitación a la prostitución de menores. También ha sido el más sonado en los medios de comunicación por sus matices sensacionalistas.
En el centro de la controversia se encontraba la joven marroquí Karima El Marough, conocida popularmente como "Ruby Robacorazones", quien supuestamente habría mantenido relaciones sexuales de pago con Berlusconi antes de que ella alcanzara la mayoría de edad.
De la relación con Ruby provenía la acusación de abuso poder contra Berlusconi, por la llamada que éste realizó en 2010 a una comisaría de Milán para exigir la liberación de la joven tras un robo, argumentando que se trataba de la hija de Hosni Mubarak.
De las famosas fiestas ("bunga bunga") que el ex mandatario celebraba en su mansión de Arcore, surgía la acusación de incitación a la prostitución de las menores invitadas.
El pasado lunes 24 de junio los jueces del Tribunal Supremo condenaron a Il Cavaliere a siete años de prisión y a la inhabilitación definitiva del mundo de la política, lo que le impediría ejercer ningún cargo público de forma perpetua. La condena, que ha sorprendido por su dureza, aún no es efectiva porque está pendiente de apelación.
La defensa del político italiano solicitó reiteradamente su absolución total, afirmando que los jueces se encontraban predispuestos contra la defensa de Berlusconi. En un comunicado recogido por la agencia Efe, el ex mandatario respondió a la sentencia asegurando que se trataba de una estrategia "violenta" para eliminarle de la vida política, y expresó su intención de "resistir a la persecución judicial porque es inocente".
La condena por el Caso Ruby es de primer grado y por tanto susceptible de ser recurrida. De ella probablemente dependa la supervivencia del Gobierno italiano, ya que podría significar la retirada del apoyo de Berlusconi al ejecutivo de Enrico Letta, lo que haría caer la coalición de gobierno que desde finales de abril comparten el centroizquierdista Partido Democrático (PD), el conservador Pueblo de la Libertad (PDL) y los centristas de Mario Monti.
Un doble proceso: El Caso del Senador de Gregorio y el Proceso Mondadori
El próximo 27 de junio Silvio Berlusconi se enfrentará a un doble frente judicial. Por un lado, tendrá lugar el último acto del llamado "Proceso Mondadori-Fininvest", en el que se le acusa de adjudicarse la editorial editorial Mondadori tras sobornar a un juez, y por el que ya ha sido condenado en primer y segundo grado a indemnizar al empresario Carlo de Benedetti con 560 millones de euros.
Ese mismo día, en Nápoles se celebrará la audiencia preliminar del juicio por la presunta compra del senador Sergio de Gregorio, al que supuestamente Berlusconi sobornó en 2007 para que abandonara las filas del centro izquierda y se pasara al centroderecha, con el fin último de hacer caer al gobierno de Romano Prodi. Una maniobra política que también podría costarle cara al que fuera cinco veces primer ministro de Italia.
El caso empresarial Fininvest y su sentencia de divorcio, causas civiles pendientes
También a finales de junio el líder italiano deberá enfrentarse a la decisión del Tribunal Supremo sobre la sanción de 560 millones de euros a su grupo empresarial Fininvest, por los daños patrimoniales causados al conglomerado CIR en la pugna por la editorial Mondadori. Y el mismo mes le espera la apelación por la sentencia de divorcio de Verónica Lario, su segunda esposa, que le reclama una pensión de tres millones de euros al mes por infidelidad.