Rusia, China y América Latina ponen contra las cuerdas a Obama por el 'caso Snowden'
- China le deja escapar y Rusia se niega a extraditarle
- Ecuador y Venezuela se muestran dispuestos a darle asilo
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A Barack Obama cada vez le quedan menos cartuchos para que el ‘caso Snowden’ no deje sus habilidades diplomáticas dinamitadas.
Mientras China deja escapar al “espía” y Rusia le protege en el aeropuerto, el Gobierno ecuatoriano estudia una petición de asilo con Venezuela como aliado. El presidente Nicolás Maduro también ha afirmado que está dispuesto a evaluar una eventual solicitud porque, asegura, el asilo es un derecho humanitario.
El extécnico de la CIA, responsable de filtrar a la prensa detalles de dos programas secretos de vigilancia de registros telefónicos y comunicaciones en internet que lleva a cabo la Agencia de Seguridad Nacional, ha dibujado un mapa de alianzas y enemistades que recuerda al tablero geopolítico a la época de la Guerra Fría.
Rusia y China han cerrado filas y han declarado que consideran "inaceptables" e "infundadas" las acusaciones de Washington, que considera una "decisión deliberada" dejar escapar a Snowden y no extraditarle a EE.UU. El Gobierno ecuatoriano, que sigue evaluando la petición de asilo, ha afirmado que el excolaborador de la CIA denunció "terribles cosas" que se hacían "contra el pueblo norteamericano y el mundo entero".
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha reaccionado con estas declaraciones en su cuenta de Twitter a un editorial de The Washington Post, titulado "Caso Snowden destaca doble rasero de Ecuador", en el que el diario estadounidense opina que tener a Snowden supuestamente permitiría a Correa reemplazar al fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez, como el "principal demagogo antiestadounidense del hemisferio".
"La 'caretucada' (descaro) del siglo: Washington Post 'acusa' a Ecuador de doble estándar. ¡Vaya descaro! ¿Se dan cuenta del poder de la prensa internacional?", escribe Correa en su cuenta de esa red social. Añade que "han logrado centrar la atención en Snowden y en los 'malvados' países que lo 'apoyan', haciéndonos olvidar las terribles cosas que denunció contra el pueblo norteamericano y el mundo entero. 'El orden mundial no sólo es injusto, es inmoral".
Contactos entre el FBI y el KGB
Pero el 'caso Snowden' ha servido, sobre todo, para reabrir las viejas (o no tan viejas) enemistades entre los dos grandes rivales históricos. A Putin este martes no le tembló ni un músculo al declarar ante la prensa que el extécnico de la CIA es un "hombre libre", que puede viajar dónde quiera y que Rusia no tiene la más mínima intención de colaborar con EE.UU. para su captura.
"Solo podemos entregar a ciudadanos extranjeros a aquellos países con los que tenemos los correspondientes tratados de extradición de criminales. (...) Con Estados Unidos no tenemos tal tratado", subrayó Putin.
Sin embargo, el diario ruso Kommersant informa este miércoles de que el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos y el Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) de Rusia han iniciado contactos sobre Snowden. Según el rotativo, ya el pasado lunes el director del FBI, Robert Mueller, habló por teléfono con el jefe del FSB, Alexandr Bórtnikov, "como mínimo en dos ocasiones", según recoge la agencia Efe. El propio Putin indicó este martes que se trata de un problema del que "deben ocuparse el señor Mueller y el señor Bórtnikov".
Mientras, el jefe del Comité para Asuntos Internacionales de la Duma rusa (cámara baja del Parlamento), Alexéi Pushkov, ha respondido a las advertencias de Washington a Rusia y China sobre las consecuencias en las relaciones de EE.UU. con estos dos países por su falta de cooperación en la extradición del fugitivo. "Las amenazas de Estados Unidos a Rusia y China por el caso Snowden no le darán resultado, sino que acercarán aún más a Moscú y Pekín", ha escrito Pushkov en su Twitter.
Al mismo tiempo, ha calificado de "nuevos disidentes" a Snowden, al fundador de Wikileaks, Julian Assange, y al soldado estadounidense Bradley Manning, que afronta una petición de condena a cadena perpetua por filtrar información secreta a la organización. "Assange, Manning y Snowden no son espías y han entregado información secreta no por dinero sino por convicciones. Son nuevos disidentes, luchadores contra el sistema", escribe el diputado ruso.
Garzón no defenderá a Snowden
Por su parte, el exjuez español actual responsable legal del portal Wikileaks, Baltasar Garzón, se ha desligado del caso y ha anunciado este miércoles que no va a aceptar finalmente hacerse cargo de la defensa de Snowden, que está acusado de tres cargos de espionaje y robo de propiedad del Gobierno.
"Informo que el Despacho de abogados ILOCAD ha decidido no asumir la defensa de los intereses del señor Snowden, cuyo paradero se desconoce", indica el despacho en un comunicado firmado por el propio Garzón que ha sido remitido a los medios de comunicación. En el mismo, el exjuez de la Audiencia Nacional ratifica en cambio su compromiso con la representación del fundador de Wikileaks, Julian Assange, "en la defensa del derecho fundamental a la libertad de información y de expresión".
Snowden lleva 72 horas en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremetyevo, según ha confirmado el presidente Vladímir Putin, sin capacidad de comprar un billete por no tener pasaporte. Su destino es una incógnita. Se desconoce cuándo abandonará la capital rusa y con qué destino. Su primer objetivo era llegar a Ecuador.
Desde el aeropuerto moscovita de Sheremetyevo no parte hasta el jueves ningún vuelo a América Latina. El lugar hacia dónde Snowden debía haber volado el pasado lunes, como ciudad de paso para llegar a Quito. Sin embargo, el vuelo de Aeroflot llegó a la capital cubana sin él y cargado de una treintena de periodistas que esperaban viajar con el hombre más buscado estos días.