La semana de la moda masculina de París

• La pasarela se llena de hombres con falda, vestido y trenzas
• Los códigos deportivos se reinterpretan en casi todas las colecciones
• Las rayas vuelven con fuerza para el verano de 2014

El artista Benjamin Dukhan en el desfile de Yohji Yamamoto.

Maison Martin Margiela insiste en su idea de mezclar tradición y vanguardia. La casa rinde homenaje a los artesanos de la sastrería y la camisería apostando por prendas que exhiben un gran trabajo de patronaje. Vemos chaquetas que parecen ir del revés porque lucen costuras, tramas faldas y estructuras de bolsillos interiores.

El color, o mejor dicho el no color, se utiliza para destacar la personalidad de cada pieza. Las transparencias, generosas, dejan que otras prendas jueguen a insinuarse a través de texturas suaves y delicadas.

La casa Loewe viaja al sur de España, concretamente a la localidad gaditana de Sotogrande, para buscar inspiración. El mar y la hípica seducen a sus musas y prestan sus colores a las prendas. Rojos, azules y grises se mezclan con acierto en todo tipo de tejidos, entre los que destacan la napa y el ante.

No faltan, sin embargo, las pieles de nueva generación y vemos parkas, chubasqueros, una bómber e incluso un anorak que se realizan con las nuevas tecnologías para que tengan una mayor resistencia e impermeabilidad.

A rayas

Han estado un tanto apartadas de las tendencias pero todo indica que 2014 será su año. Las rayas vuelven con fuerza pero abandonan el look marinero para adquirir un aire artístico, vanguardista y sensual.

Se llevarán grandes, en diagonal, en colores intensos y casi siempre sobre un fondo blanco o mezcladas con otros estampados. Ann Demeulemeester apuesta por esta tendencia, a la vez que reinterpreta, con acierto, códigos del romanticismo: camisas de algodón con cuellos trabajados, chalecos con largas filas de botones, superposiciones, levitas y colores tranquilos.

Con faldas y vestidos, con transparencias, peinados con trenza… los hombres que hemos visto en las pasarelas de París exhiben con orgullo su lado femenino, en la que es una de las tendencias más fuertes. Raf Simons, Rick Owens, Yamamoto y Dries Van Noten son algunos de sus impulsores y su estilo combina, en cierta medida, con otra de las tendencias más potentes: el look deportivo.

Siguen los estampados vegetales

Dries Van Noten propone estampados vegetales sobre fondo negro. Flores, hojas y tallos se entrelazan, siempre en diferentes estilos, como hiedras salvajes en chaquetas, pantalones y camisas pero también en sudaderas, abrigos y cazadoras.

Las prendas para el frío no abandonan las pasarelas veraniegas. Louis Vuitton corta y patrona cazadoras en piel, algunas con aires “perfecto” que incluso se llevan sobre el traje.

Las líneas de la colección son limpias, el look refinado y la paleta de colores viene muy contenida, códigos de la casa que contrastan con los acabados metalizados en sofisticadas chaquetas de traje y sudaderas de aire vintage.

El arte en todas sus expresiones

También lucha contra el frío la casa Valentino, que juega al collage en camisas blancas que llevan el cuello, los puños y el bolsillo en distintos colores. Color, a tope, en el desfile de Issey Miyake. El diseñador apuesta por la explosión cromática en estampados arty de carácter urbano: graffiti, gotas de spray, tie-dye…

El dibujo artístico vuelve a ser el centro de atención en Raf Simons, que apuesta por combinar texturas, patrones y colores. El belga propone estampados retro que mezclan símbolos e iconos de otras décadas y, de nuevo, en camisas y camisetas que parecen vestidos mini.

Si el guapérrimo David Beckham acaparó los flashes (y eclipsó el desfile) en el show de Vuitton, el artista Benjamin Dukhan ha sido la estrella, aunque sobre la pasarela, en el de Yamamoto.

El diseñador apuesta por los tejidos muy trabajados, con acabados brillantes y dibujos que engañan al ojo humano. El blanco y el negro, la mayoría de las veces en total look, se pasean por la colección y conviven con estampados abstractos que mezclan rayas con códigos de la sastrería o incluso de la relojería.