Berlín y París convocan a los embajadores de EE.UU. para pedir explicaciones por el espionaje
- Dicen que es "inaceptable" y que ya no estamos en la Guerra Fría
- Nuevas revelaciones señalan que Washington espía a 38 embajadas
Las revelaciones del supuesto espionaje de EE.UU. a países de la Unión Europea, entre ellos Italia, Alemania y Francia, han caído como un jarro de agua fría en las cancillerías del Viejo Continente. Berlín y París han convocado a los embajadores de EE.UU para pedir explicaciones y dejar claro que tales prácticas son "inaceptables", propias de la Guerra Fría, y deben cesar.
"No podemos aceptar este tipo de comportamiento entre socios y aliados", ha subrayado el presidente francés, François Hollande, que ha confirmado que ha convocado al embajador de EE.UU. en París para pedir explicaciones.
"No puede haber negociaciones, transacciones sobre cualquier tema más que una vez obtenidas esas garantías. Eso vale para Francia pero también para toda la Unión Europea", ha advertido en relación al acuerdo comercial que la UE y EE.UU. están a punto de negociar.
El titular alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, también ha señalado que ha convocado a una "conversación" para pedirle explicaciones, aunque ha precisado que no se trata de una llamada a consultas "formal". También ha solicitado a Ashton una "postura común clara" de la UE y una respuesta comunitaria "contundente" de confirmarse el espionaje.
Alemania pide "reacción unánime" de la UE
Según ha explicado, el Gobierno de Angela Merkel ya ha trasladado su inquietud a la Casa Blanca y toma "muy en serio" las informaciones de Der Spiegel, según las cuales la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de EE.UU. controla unos 500 millones de comunicaciones mensuales en Alemania al considerarla "objetivo prioritario" de su espionaje.
"Ya no estamos en la guerra fría", ha señalado el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, quien ha exigido un completo esclarecimiento del asunto y "de ser necesaria una reacción unánime y clara a escala europea".
Seibert ha recordado a este respecto que, en la reciente visita del presidente Barack Obama a Berlín, Merkel le ha indicado la necesidad de observar "un equilibrio" entre la seguridad nacional y la privacidad en internet, en alusión a las primeras revelaciones periodísticas acerca de las actividades de la NSA.
La declaración del portavoz sigue al estupor causado por las revelaciones del último número de Der Spiegel, según las cuales la NSA había estado registrando, controlando y almacenando conversaciones telefónicas, mails y otras comunicaciones de la UE.
Asimismo, ese semanario, que se remite a documentos recabados por el excolaborador de los servicios secretos estadounidenses, Edward Snowden, apunta a un espionaje masivo en Alemania, incluido a los miembros de su Gobierno y a la propia Cancillería.
La oposición socialdemócrata y verde instó este domingo a Merkel a que exija explicaciones a Washington sobre la ocurrido. Hasta la reacción de Seibert, la única declaración sobre el asunto por parte del Gobierno de Berlín correspondió a la ministra de Justicia, Sabine Leutheussen-Scharrenberger, del co-gobernamental Partido Liberal (FDP) que calificó esas prácticas de propias de la guerra fría y entre bloques enemigos.
Italia advierte de consecuencia en las relaciones
En términos parecidos se ha expresado el Gobierno italiano. El ministro de Defensa Mario Mauro ha asegurado que en el caso en el que se compruebe que hubo espionaje por parte de Estados Unidos a algunos países europeos las relaciones entre ambos países "quedarán comprometidas".
En declaraciones al canal de televisión del diario italiano La Repubblica el ministro se ha mostrado "sorprendido" por las informaciones publicadas sobre la posibilidad de que EE.UU. colocase micrófonos en la embajada italiana en Washington. "Todavía hay que comprobarlo, pero si fuera verdad. Las relaciones entre Italia y Estados Unidos se verían comprometidas. Si somos aliados, si somos amigos, no es aceptable que se comporten como hacía la Unión Soviética con sus países satélites", ha añadido el titular de defensa italiano.
Por su parte, el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, ha explicado desde Zagreb que "espera una respuesta satisfactoria por parte de Estados Unidos".
La Unión Europea no detectó indicios de espionaje
Desde la Unión Europea, el presidente de la Eurocámara, Martin Schulz, aseguró este domingo que el espionaje sistemático de EE.UU. es un "escándalo al máximo nivel" que asemeja a la Inteligencia norteamericana con la KGB, los servicios secretos de la desaparecida Unión Soviética.
La Comisión Europea ha asegurado este lunes que no detectó en los últimos años indicios sobre el supuesto espionaje y ha anunciado que llevará a cabo una revisión de su seguridad. "La información contenida en las informaciones de prensa del sábado es nueva para nosotros", ha señalado el portavoz comunitario de Exteriores. Actas calificadas de extremadamente confidenciales correspondientes a septiembre de 2010 y citadas por la publicación describen una serie de ataques informáticos a la delegación de la UE en Washington, en la ONU y en Bruselas.
Mann ha destacado que "aparentemente" los hechos se refieren a "una situación pasada" y ha recordado que desde entonces la representación europea ha cambiado de sede.
La portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde ha explicado además que el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, ha ordenado a los servicios competentes "proceder con un barrido completo de seguridad ad hoc" a la "luz de las acusaciones". Hay "límites" en lo que la institución puede decir públicamente en materia de seguridad, pero ha recordado que todas las "instalaciones sensibles" de la Comisión Europea son "inspeccionadas regularmente" y las "redes de comunicación son comprobadas" para evitar el espionaje.
No obstante, Lituania, que desde este lunes ocupa la Presidencia de turno de la Unión Europea, espera que Estados Unidos dé "respuestas" sobre el supuesto espionaje a las instituciones y países comunitarios, y considera que la polémica no afectará a las negociaciones comerciales que las dos partes van a comenzar.