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'NY Story', una nueva forma de recrear West Side Story firmada por Dani Pannullo

  • 10 músicos, 10 bailarines y 3 vocalistas se ganaron al público en Clazz
  • La ecléctica partitura de Pepe Rivero marca el ritmo de un montaje multidisciplinar
  • TVE ofrecerá la actuación grabada en el Canal el día 9 a la 1.00 en La 2

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La compañía Dancetheatre de Pannullo y Pepe Rivero y sus músicos firman este montaje que combina jazz latino y danza urbana y contemporánea.
La compañía Dancetheatre de Pannullo y Pepe Rivero y sus músicos firman este montaje que combina jazz latino y danza urbana y contemporánea.

Nacido en la Patagonia Argentina, este coreógrafo, que prefirere verse mas como director o maestro de escena ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Madrid.

Inspirado, a veces, por la vida urbana y los sentimientos contradictorios que experimenta el individuo en las ciudades, ha sido el primer artista que ha unido discursos estéticos tan dispares, en apariencia ...como la danza butoh o el breakdance de las calles.

Pannullo insiste en hablarnos de difusión mas que de fusión de nuevas formas de bailar en el siglo XXI .

Formado en danza y teatro en Buenos Aires, también ha vivido y viajado por lugares tan diversos como Brasil, Japón, Egipto y EEUU, buscando en la raiz el "Leit motiv" de su visión del teatro o lo que el llama - Pieces of today dance - La danza debería ser un vínculo transmisor de emociones pues,según este director el teatro del futuro será mucho más físico...donde cada cuerpo, estilo , escuela o manifestación encerrara un misterio que solo será revelado en la escena.

El pianista y compositor Pepe Rivero forma parte de una nueva generación de músicos cubanos que han irrumpido en la escena internacional del jazz. A finales de los 90 se trasladó a España donde ha sido colaborador habitual en conciertos y grabaciones de artistas como Paquito D'Rivera, Celia Cruz, Omara Portuondo o Diego "el cigala", entre otros artistas de primera fila.

En los años cuarenta, antes de la Revolución Cubana, los clubs cubanos eran un puente entre Nueva York y La Habana, que se consideraba el vertedero de los norteamericanos. En uno de ellos, sin apoyo escenográfico -la propia orquesta y cantantes son el único paisaje de fondo- ha situado el coreógrafo argentino Dani Pannullo su montaje Ny Story,

Una producción que se ha podido ver en el Festival de verano de San Lorenzo de El Escorial, el pasado viernes en el Festival de jazz latino, Clazz, y próximamente en TVE, ya que sus cámaras grabaron esta segunda actuación que tuvo lugar en los Teatros del Canal.

En ese club, como ha explicado el propio coreógrafo, ocurren las aventuras que suelen tener lugar en ese tipo de salas de baile y que también ocurren en la comedia musical West Side Story: pandillas de diferentes barrios, las relaciones que se establecen entre ellos y que toman forma a través de la danza y la música. Y la historia de amor encarnada por Guadalupe y Julián.

Diez bailarines, diez músicos y tres cantantes, todos sobre el escenario, nos cuentan, a través de una decena de breves y dinámicas escenas esta propusta. El ritmo viene marcado por la partitura de Pepe Rivero quien además, ocupa un lugar en la orquesta, tocando el piano.

Una partitura ágil, a ritmo de jazz, en la que encontramos versiones de clásicos latinos y en la que van apareciendo –a modo de objetos encontrados- conocidísimos y bellísimos pasajes melódicos de la partitura de West Side Story que firmó Leonard Bernstein, como poro poner solo un ejemplo ‘María’. Pero también otros temas como ‘My favourite things’ de Sonrisas y Lágrimas. O como ha explicado el propio Rivero, Chopin a ritmo cubano

Con el recurso de acudir a temas no originales y de bailes populares –como el danzón- Rivero ha querido recrear el ambiente de la época de la Revolución. Además de las composiciones instrumentales, hay dos o tres temas cantados por las cubanas "Las Melli" y David Montes, un vocalista de voz profunda y poderosa.

Quién es quién

Había expectación por ver un montaje de Pannullo –normalmente más transgresor y vanguardista- atado a una referencia tan ‘clásica’ como la de West Side Story, una idea a la que en principio se mostró refractario.

Y el montaje pone de manifiesto que todos tanto él, como los bailarines –algunos habituales en su compañía otros nuevos seleccionados expresamente para esta producción- estuvieron a la altura del reto, hasta el punto de que, de no ser por los giros y piruetas típicas del break dance a nivel del suelo- al público le costaría saber quién era quién este montaje; quién venía de la danza latina de salón y quíen de los estilos de danza urbana.

A juzgar por los aplausos y los comentarios del tipo “se me ha hecho corto’, todos se hicieron con un público heterogéneo que no sabía muy bien que es lo que iba a ver.

También los músicos y los cantantes se integran perfectamente en este ‘ensayo’ de convivencia entre disciplinas artísticas. Un “concierto coreografiado”, que quizás llegar a ser algo más: puede que una “comunión artística”, y en cualquier caso muy física, como predecía Pepe Rivero.