Wert afirma que no va a seguir en política cuando deje de ser ministro de Educación
- Asegura que volvería a aceptar el cargo a pesar de las críticas
- Y dice en un desayuno informativo que no tiene "ambiciones políticas"
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, ha afirmado este jueves que no va a seguir en política cuando termine el cargo que actualmente desempeña y que lo volvería a aceptar aunque supiera que iba a recibir tantas críticas.
Wert ha hecho estas declaraciones en un desayuno informativo en el que ha asegurado que no tiene "ambiciones políticas". Ha añadido que sería "un imbécil" si dijera que siente satisfacción ante la polémica que suscita y los actos de protesta que recibe cuando llega a los sitios, pero que aún no ha llegado al punto de que se haya "minado" su moral.
Las críticas no han "minado" su moral
Preguntado en el acto, organizado por Europa Press, sobre si cree que ha creado él solo muchos independentistas por la polémica surgida cuando afirmó en el Congreso que quería "españolizar a los catalanes", Wert ha sostenido que ese término lo utilizó antes una diputada catalana y que él, aunque "no se puede arrepentir más", replicó con la misma frase.
"Si me vuelven a hacer esa pregunta contestaría de otra forma pero el fondo es el mismo", ha resaltado.
Renuncia a las becas de excelencia en favor de las "sociales"
Asimismo, ha afirmado este jueves que su departamento ha tenido que "renunciar a las becas de excelencia" para poder mantener las "becas sociales", es decir, las del régimen general, una decisión de índole presupuestaria que, según ha dicho, ha "dolido mucho" adoptar.
"En el afán por preservar estas becas de base social, que son las becas generales, hemos tenido que renunciar a becas de excelencia basadas exclusivamente en el rendimiento y nos ha dolido mucho, porque yo creo que el sistema tiene que ser consistente en enviar señales de valor acerca del rendimiento y el esfuerzo", ha señalado.
Wert ha defendido su reforma del sistema de becas, que eleva a un 6,5 la nota mínima para acceder a ayudas económicas al estudio en la universidad y deja en un 5,5 la exigencia necesaria para acceder a la gratuidad de matrícula en esta etapa.
Según ha explicado, "la equidad no basta y tiene cara B y esa es la responsabilidad". "La cara B es que el estudiante que recibe ingresos de cierta cuantía, que representan un sacrificio importante para la sociedad que lo sufraga, tiene que corresponder con un rendimiento que no es de excelencia", ha añadido.
Asimismo, ha apuntado que la decisión de "abrir un poco la mano hasta el cinco y medio" ha estado motivada porque "parecía más equitativo" que el acceso a la matrícula "tuviera un requisito más bajo".
En cuanto a la posición del resto del Gobierno acerca de la reforma de las becas, Wert ha dicho que se ha sentido "específicamente amparado" por el resto del Ejecutivo.