Todos los trayectos ferroviarios de vía estrecha y Avant se mantienen como servicio público
- Fomento aplicará un plan de eficiencia para ahorrar casi 10 millones al año
Todos los trayectos de ferrocarril en vía estrecha y todos los cubiertos por trenes Avant se seguirán considerando servicio público, lo que implica que el Estado no podrá suprimirlos pese a que su coste de funcionamiento no se cubra con el precio pagado por los usuarios y tenga que ser sufragado por las arcas públicas. Sin embargo, esa condición de servicio público no garantiza el mantenimiento del número actual de trenes en esas líneas.
Así se establece en la segunda fase del plan de racionalización de los servicios de transporte ferroviario de viajeros que ha aprobado este viernes el Consejo de Ministros. En la primera parte del plan -referente a servicios de media distancia y convencionales y aprobada el pasado 28 de diciembre- la obligación del Estado de cumplir un servicio público se limitó unas 90 líneas de media distancia.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del gabiente, la ministra de Fomento, Ana Pastor, ha explicado que, a pesar de que se mantiene el servicio público en todas esas líneas, se conseguirá ahorrar casi 10 millones de euros al año gracias a "la racionalización de costes y el aprovechamiento de sinergias". El ahorro conseguido en media distancia alcanzará los 40 millones de euros, según la ministra.
Los Avant, con garantía de "una importante demanda"
Pastor ha recordado que los Avant son trenes convencionales que circulan por vías de alta velocidad, con lo que suelen son más rápidos que los convencionales que cubren el mismo trayecto, pero más baratos que los AVE.
Según ha informado, "más de un 33% de los viajeros en Avant son recurrentes, es decir, son personas que usan este tren casi todos los días de la semana". Esto les garantiza "una importante demanda", ha señalado Pastor, quien ha indicado que en 2012, los utilizaron algo más de 6 millones de viajeros y el aprovechamiento medio de los trenes alcanzó el 46,5%.
Esa elevada demanda hace que se mantengan todas las líneas como servicio público, aunque Pastor ha advertido que se elimina el que tren entre Zaragoza y Calatayud, "pero no pasa nada, porque a esos viajeros se les permitirá subir al AVE por el mismo precio que pagaban en el Avant".
La responsable de Fomento ha asegurado que pese a que se reorganizan todos los servicios, "siguen siendo los mismos", y que se logrará un ahorro anual de 4,6 millones de euros.
La vía estrecha, sin alternativa en otros transportes
En lo relativo a la vía estrecha (9,5 millones de viajeros en 2012 en sus 1.193 kilómetros en todo el país, concentrados la mayoría en la Cornisa Cantábrica), Ana Pastor ha confirmado que se mantiene la obligación de servicio público en todos los trayectos, ya que se trata de servicios "de gran relevancia" para los que casi no hay alternativas en otros transportes "debido a la complicada orografía y la climatología adversa".
Pastor ha incidido en que estos servicios ferroviarios "obtienen ingresos reducidos en comparación con sus costes", ya que "la cobertura media de los costes es del 19% en los regionales y del 10% en los cercanías".
Estima que el ahorro en este tipo de vía, gracias a diferentes medidas de racionalización del uso de recursos, alcanzará los 4,7 millones de euros al año.
La ministra ha asegurado que, con este plan de racionalización, "se garantiza el derecho a la movilidad de todos los ciudadanos del país, vivan donde vivan".