Un cámara egipcio graba su propia muerte en los enfrentamientos entre islamistas y Ejército
- Un vídeo muestra, supuestamente, a un militar disparando contra la multitud
- Ahmed Samir Assem, de 26 años, recibió un disparo en la cabeza
- Los Hermanos Musulmanes quieren usar el vídeo como prueba
Un soldado dispara a la multitud desde el tejado de la sede de la Guardia Republicana, en El Cairo. En un momento determinado, el francotirador apunta directamente al objetivo de la cámara que le está filmando, y tira del gatillo. La imagen se nubla.
Son, supuestamente, las últimas imágenes grabadas por Ahmed Samir Assem, un joven fotógrafo y camarógrafo egipcio de 26 años, que trabajaba para el periódico Al Horia wa Al Adala (Libertad y Justicia), ligado al brazo político de la Hermandad.
Según fuentes del periódico y de los Hermanos Musulmanes, citados por el diario británico Daily Telegraph, Assem se encontraba grabando la concentración frente al edificio oficial convocada por los partidarios del presidente electo, Mohamed Morsi. Los Hermanos creían que Morsi podría encontrarse retenido en el interior tras el golpe de Estado que le derrocó.
En el tiroteo que siguió, y del que ambas partes, el Ejército y la Hermandad, se acusan, murieron al menos 51 personas. Tanto los militares como los islamistas han difundido vídeos para justificar su versión de que el adversario disparó primero. La autenticidad de estos vídeos no ha podido ser contrastada.
El hermano de Assem, Eslam, ha asegurado al diario británico que el vídeo, que está colgado en Youtube, capta los últimos segundos de vida del fotógrafo.
De ser así, esta no es la primera ocasión en la que un profesional de los medios de comunicación filma su propio asesinat. Ya ocurrió en Chile, en 1973, cuando el camarógrafo argentino Leonardo Henrichsen grabó al militar que disparaba contra él, un momento incluido en la película documental La batalla de Chile, de Patricio Guzmán.
El editor jefe de la sección de Cultura del periódico Al Horia... , Ahmed Abu Zeid, ha narrado al Daily Telegraph que el joven periodista murió de un disparo en la cabeza. Su cámara ensangrentada pudo ser recuperada, y ahora los Hermanos Musulmanes planean usar como prueba su grabación de los incidentes.