Científicos investigan la contaminación de las cremas solares sobre los ecosistemas marinos
- Cuatro de los componentes más comunes se encuentran en el punto de mira
- Los más perjudiciales son los que dan color, aroma y textura a estos productos
- Esta contaminación podría potenciar el crecimiento de algunos tipos de algas
Científicos españoles investigan el impacto negativo de las cremas protectoras para el sol en los ecosistemas marinos costeros. El vertido continuado de componentes químicos orgánicos e inorgánicos en las playas, concentrado en las horas posteriores al momento de mayor afluencia a las playas, podría estar alterando el ciclo de crecimento de determinado tipo de algas.
La protección de las cremas solares para la piel es de sobra conocida. Sin embargo, el trabajo del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA, un instituto CSIC-UIB), publicado recientemente en una revista científica de reconocimiento internacional, pone de manifiesto que el incremento de uso de los protectores solares en los últimos años ha vertido una cantidad significativa de contaminantes químicos orgánicos e inorgánicos en las costas que puede tener consecuencias ecológicas.
Cuatro componentes contaminantes
Según se señala en la publicación, algunos de los componentes químicos empleados para conseguir el efecto protector de la radiación ultravioleta y para dar color, fragancia y textura a estos productos cosméticos tienen efectos contaminantes que pueden alterar los ecosistemas costeros.
Para realizar este estudio, el equipo del IMEDEA ha comparado las muestras de agua recogidas en dos concurridas playas de la costa de Calvià, concretamente en las playas de Palmira, y Santa Ponça, con las muestras recogidas en las aguas poco concurridas del Cabo de Ses Salines. El análisis de las muestras ha demostrado que cuatro de los componentes químicos más comunes en los protectores solares -Benzofenona 3 (BZ-3), 4- alcanfor metilbenciliden (4-MBC), TiO2 y ZnO)- están presentes en las aguas de las tres localizaciones, con concentraciones más grandes en la capa más superficial.
Asimismo, el estudio ha relacionado la aportación al mar de nutrientes inorgánicos con su posible influencia en el crecimiento de las algas, ya sea estimulando el crecimiento de algunas especies de algas o, en el caso contrario, inhibiendo el crecimiento de determinadas especies de fitoplancton marino.
A más bañistas más contaminación
Además, los investigadores también han detectado cómo los niveles de presencia de estos elementos varía a lo largo del día, de forma que las concentraciones más elevadas se dan en la franja horaria entre las 14 y las 18 horas, coincidiendo con las horas posteriores a los momentos de máxima afluencia a las playas y con la máxima radiación solar. Estos resultados evidencian la presencia de los contaminantes incluso en las aguas costeras con menos afluencia de bañistas, como son las del Cabo de Ses Salines.
El artículo, que cuenta con la colaboración de la Universidad de Valencia y el Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía -dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-, se ha publicado en la revista científica de libre acceso Plos One.