Expertos en armas químicas de la ONU visitarán Siria
- La visita servirá para negociar la investigación sobre armas químicas
- La invitación del gobierno no incluye autorización para recoger muestras
- Régimen y oposición se acusan mutuamente del uso de este tipo de armas
La ONU ha aceptado este jueves la invitación del gobierno sirio para visitar la capital de Siria, Damasco, y acordar los términos de su investigación sobre la utilización de armas químicas en el conflicto sirio, tal y como han declarado el jefe de la misión de expertos para la Investigación del posible uso de armas químicas en Siria, Åke Sellström, y la Alta Representante para el Desarme de las Naciones Unidas, Angela Kane. Varios países, como Francia o Reino Unido, aseguraron el pasado junio que tenían pruebas de la utilización de este tipo de armamento por parte del régimen de Bachar Al Asad.
Tras una reunión entre Sellström y el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, la ONU ha hecho público que aceptará la invitación del gobierno Sirio, realizada oficialmente hace dos días, a pesar de que no incluye autorización para recoger muestras necesarias para una tarea que el comité de expertos comenzó en marzo.
Esta visita, según ha informado la ONU en un comunicado, se realizará únicamente "para completar las consultas sobre la modalidad de la cooperación requerida para una debida, segura y eficiente conducta" por parte de la misión de expertos de la ONU en su investigación sobre el uso de armas químicas en Siria.
Oposición y régimen se acusan mutuamente
En la reunión Sellström ha informado también a Ban Ki-moon sobre las últimas novedades de su estudio fuera de campo, basado únicamente en la información recibida por los estados miembros y los nuevos hechos descubiertos en las actividades en los países vecinos a Siria.
Las acusaciones entre uno y otro bando han sido constantes. A las denuncias de la oposición sobre que el régimen de Al Asad ha utilizado este tipo de armamento, se han unido las declaraciones de países como Reino Unido y Francia, que el pasado junio denunciado que tenían pruebas sobre el uso de este tipo de armas por parte de las fuerzas leales al régimen.
Mientras, el pasado miércoles Rusia anunció que había podido verificar de forma independiente que la oposición siria utilizó agentes químicos en un ataque lanzado en marzo pasado en la provincia de Alepo, y entregó al secretario general los resultados de sus pruebas.
El portavoz de la ONU, Martin Nesirky, ha reiterado este jueves ante la prensa que el organismo continúa revisando el informe de 80 páginas en el que los expertos rusos aseguran tener "razones suficientes" para creer que ese ataque con gas sarín fue cometido por los rebeldes.
Continúan los combates en Homs
Todo esto ocurre 10 días después de que el secretario general de la Onu, Ban Ki-moon, solicitara el fin del suministro de armas a ambos bandos, y pidiera a Siria una vía de escape para los miles de civiles "atrapados" en la ciudad de Homs, donde la pasada semana se perpetraron violentos combates y las fuerzas del régimen de Al Asad estuvieron diez días seguidos atacando los barrios bajo control rebelde.
El pasado 8 de julio también hubo cambios en el el terreno político. Tras la designación de Ahmad Asid Yarba como nuevo un líder de la oposición al frente de la Coalición Nacional Siria, el pasado lunes ha presentó su dimisión el llamado a ser primer ministro (en el exilio), Ghassan Hitto, tras cuatro meses en los que no logró formar un gabinete que reuniera a la diversas facciones.
Ese mismo día, el presidente Bachar al Asad decidió remodelar íntegramente toda la cúpula de su formación, el partido gubernamental Baaz.
Al menos 93.000 personas han muerto en Siria desde el inicio del conflicto en marzo de 2011, según datos de Naciones Unidas, aunque el Observatorio Sirio de Derechos Humanos ha elevado ya la cifra a más de 100.000.