La Policía de Québec estima que serán 50 las víctimas mortales del accidente de tren

• Se han encontrado 20 cadáveres y se ha identificado a la primera víctima
• El presidente de la compañía MMA responsabiliza al conductor
• MMA triplica el número de accidentes ferroviarios del resto de compañías

El presidente de la compañía MMA, Edward Bukhardt, ha visitado por primera vez la considerada por la Policía como "zona del crimen"

La Policía Provincial de Québec (PPQ) ha expresado este miércoles que estima una cifra total de 50 muertos por la explosión de un tren cargado con petróleo en la localidad de Lac-Mégantic

Michel Forger, portavoz de la PPQ, ha informado de que la reducción del número de víctimas mortales respecto a la jornada del martes, donde se habló de hasta 65 muertes, se debe a las "numerosas entrevistas" mantenidas con familiares  de personas de las que no se conoce su paradero desde el sábado.

De confirmarse esta cifra, el accidente de Lac-Mégantic sería el peor accidente ferroviario en Norteamérica desde 1989. Han informado, además, de que ya se han recuperado 20 cuerpos de entre los restos calcinados del accidente.

Además, la policía canadiense ha confirmado este miércoles que ya se ha identificado a la primera víctima del suceso, aunque la portavoz de la Oficina Forense de Québec, Geneviève Guilbault, ha declinado revelar su identidad por respeto a la familia.

La compañía responsabiliza al conductor

El presidente de la compañía propietaria del ferrocarril Montreal, Maine & Atlantic (MMA) que operaba el convoy, Edward Burkhardt, ha visitado por primera vez Lac-Mégantic y ha responsabilizado al maquinista del tren de provocar el accidente.

"Creo que hizo algo mal", ha declarado Burkhardt durante una caótica rueda de prensa en las calles de Lac-Mégantic, mientras un grupo de habitantes de la localidad le increpaban.

El directivo ha explicado que, aunque el maquinista declaró que había aplicado 11 frenos de mano en el convoy, "creemos que no es cierto. Inicialmente le creímos, pero ahora no".

La crítica popular recae sobre la compañía

Burkhardt y MMA, cuya sede está en Chicago, han sido el centro de las críticas por su reacción a la tragedia.

La compañía, con sede en Estados Unidos, tardó más de 24 horas en publicar su primer comunicado sobre el accidente y, al parecer, utilizó un traductor de Internet para traducir al francés la nota de prensa.

Burkhardt también ha realizado declaraciones que se han probado erróneas y que difieren de las declaraciones realizadas por MMA.

El lunes, Burkhardt acusó a los bomberos locales de causar el accidente al apagar la locomotora de cabeza del convoy mientras estaba estacionado a 11 kilómetros de Lac-Mégantic en la noche del viernes, algo que los bomberos han negado, y calificó de "héroe" al maquinista, que no se encontraba en el tren cuando este descarriló. Su versión ha cambiado diametralmente, asegurando que "no quería acusar a los bomberos locales del accidente".

La policía, además, no ha querido confirmar que se hayan presentado cargos contra el conductor, algo que Burkhardt afirmó anteriormente.

Mientras, la atención se centra en el historial de seguridad de MMA y la normativa ferroviaria en Canadá que en los últimos años ha pasado a un marco en el que las compañías tienen que autorregularse. Este miércoles se ha sabido que MMA tiene un historial de accidentes muy superior al de otras compañías en Canadá y por encima de la media en Estados Unidos (129 accidentes desde 2003, incluidos 77 descarrilamientos).

Reconstrucción de la población

Tanto el Gobierno federal como el provincial han anunciado este miércoles una dotación de decenas de millones de dólares en ayudas para la reconstrucción de Lac-Mégantic.

La primera ministra de Québec, Pauline Marois, ha afirmado que la provincia proporcionará 60 millones de dólares y que parte del dinero será para aquellos que han tenido que abandonar sus hogares.

El accidente se produjo a la 1.14 del sábado (5.14 GMT) cuando un tren sin maquinista compuesto por cinco locomotoras y 72 vagones cargados cada uno con 100 toneladas de petróleo descarriló y explotó en el centro de Lac-Mégantic.

El accidente forzó a la evacuación de 2.000 de los 6.000 habitantes de la pintoresca localidad situada a 250 kilómetros al este de Montreal.