Una directiva europea contra los colonos judíos enciende al gobierno de Israel
- Prohíbe la financiación europea de empresas israelíes en territorios ocupados
- El ejecutivo israelí acusa a la UE de “sabotear” el proceso de paz y aislar a Israel
- Cumbre palestino-estadounidense tras recibir el espaldarazo europeo
Nueva medida de presión a Israel para que reinicie el diálogo con los palestinos. La Unión Europea cortará el grifo de las ayudas y subvenciones a partir del año que viene a todas las organizaciones y empresas israelíes que trabajen en los territorios ocupados palestinos por Israel en 1967 durante la guerra de los Seis Días. Esta decisión toca los dos puntos de fricción que alejan a israelíes y palestinos de la mesa de negociaciones: las fronteras y los asentamientos hebreos. Ambas partes han colisionado en estas dos aristas que continúan torpedeando todo impulso diplomático a las negociaciones de paz, provenga de Estados Unidos o de Egipto.
A modo de condiciones previas, los palestinos apremian a Tel Aviv a que desmantele los asentamientos colonos en Cisjordania y Jerusalén Este, y les exigen que, en las negociaciones, partan del punto inicial de las fronteras previas a la guerra de los Seis Días y no a las actuales, que también excluyen los territorios ocupados de la Franja de Gaza. Lejos de avenirse, el Gobierno israelí –una coalición cuatripartita con el grupo ultranacionalista Habait Hayehudíha-- espoleado a los colonos a expandir sus asentamientos.
Viraje en la postura europea
Una portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Asthon, ha hecho hincapié en el consenso europeo sobre este viraje diplomático –es la primera ocasión que Bruselas plasma en papel esta política— y, “específicamente”, en que "todos los acuerdos entre el Estado de Israel y la UE deban, inequívoca y explícitamente, cumplir su inaplicabilidad en los territorios ocupados por Israel en 1967".
"Estas directrices se han elaborado para preparar el compromiso de la Comisión de hacer una distinción clara en la legislación de la UE entre el Estado de Israel y los territorios ocupados (palestinos) y están en la línea también con la postura tradicional de la UE de que los asentamientos israelíes son ilegales”, ha remarcado Maja Kocijancic, la portavoz de la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE.
Pero Bruselas está dispuesta a ir más allá. Según informa el diario hebreo Haaretz, que cita fuentes gubernamentales estadounidenses, la UE adoptará más medidas contra los asentamientos ilegales erigidos en territorios palestinos, principalmente en Cisjordania. Todo ello a la espera de que el incipiente esfuerzo del secretario de Estado norteamericano, John Kerry, de sus frutos. En caso de fracaso, advierten estas fuentes, Bruselas podría reclamar visados a los colonos israelíes que vivan en asentamientos censurados por la UE.
Netanyahu, contrario a “dictados externos”
Este anuncio ha desencadenado fuertes críticas desde el Gobierno israelí, así como del resto de la bancada conservadora hebrea. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha arremetido contra la UE por abordar antes este asunto que la guerra civil en Siria o el programa nuclear iraní.
Netanyahu, desafiante, ha prometido que no permitirá que “cientos de miles de israelíes” se vean “perjudicados” y ha rechazado “dictados externos” sobre las fronteras. “Estos asuntos serán resueltos solo a través de las negociaciones directas”, ha aseverado Netanyahu.
El ministro de Finanzas israelí, Yair Lapid, ha acusado a la UE de “aislar” a Israel y “sabotear” los recientes esfuerzos de Kerry para reavivar el proceso de diálogo entre palestinos e israelíes. Lapid, que ha tachado esta medida de “miserable”, ha sostenido que son los palestinos los que, con su “continuada negativa” a reanudar las negociaciones, creen que Israel “sucumbirá a la presión económica e internacional”.
En esta lluvia de críticas hacia la UE recogidas por los medios israelíes, los colonos han urgido la cancelación de los proyectos financiados con fondos europeos destinados a los palestinos en el área C de Cisjordania, una zona donde proliferan los asentamientos judíos, entremezclándose con las viviendas habitadas con los palestinos.
En la línea de sus declaraciones, el líder del Consejo de las Comunidades Judías de Judea y Samaria, Gush Etzion, ha pedido al Gobierno israelí que anexione esta zona al Estado de Israel, en respuesta a las restricciones en la financiación impuestas por la UE. “Es momento de que el primer ministro se rebele y aplique la ley de Israel en el territorio que es parte de nuestra tierra y, así, enmendar una continuada distorsión histórica”, ha argumentado Etzion.
Satisfacción palestina
En cambio, los palestinos han aplaudido la decisión de la UE, aplicable a Cisjordania y a algunos territorios ocupados palestinos en el este de Jerusalén. “La UE ha pasado de la fase de las palabras, las declaraciones y denuncias a las decisiones políticas efectivas y los pasos concretos, lo cual constituye un cambio cualitativo que tendrá un positivo impacto en las posibilidades de paz”, ha afirmado la dirigente del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación Palestina Hanan Ashrawi.
En respuesta a las reacciones israelíes, Ashrawi enfatiza en un comunicado recogido por la agencia palestina Maan que Netanyahu y Lapid demuestran de esta forma que están más preocupados por el futuro de los asentamientos que por el de la paz entre palestinos e israelíes.
Mientras Israel acusa a los palestinos de minar las negociaciones con “condiciones previas”, Ashrawi indica que es Israel quien “tiene la llave de la paz”. “Puede, o bien seguir por el camino de la impunidad, la apropiación y la opresión, o bien renunciar a los territorios que ocupa desde 1967 y unirse a la comunidad global como un igual y no como un Estado canalla”, sentencia.
En este contexto, el presidente palestino, Mahmud Abbas, se reunirá este martes con Kerry en Amán, la capital de Jordania, en el marco del impulso político que pretende dar el jefe de la diplomacia estadounidense. Abbas llegará al encuentro con el espaldarazo de la UE y el desaire de Israel, con unas conversaciones encalladas en los mismos puntos que dos años atrás y con la amenaza palestina de acudir ante la ONU si Netanyahu no se apresta a dialogar con Abbas.
Cambio del ‘statu quo’
Que la ONU reconociera a Palestina como Estado observador, según apuntan varios analistas, supuso la ruptura con el estatus de ‘quid pro quo’ en las negociaciones entre israelíes y palestinos que obligaba a los dos a ceder en sus pretensiones iniciales. Ahora los palestinos parten con un sustento institucional y refuerza el que ya le brindaban otros organismos como la UE.
En contraposición, Israel soslaya las advertencias internacionales. Muestra de ello fue la orden del Gobierno de Netanyahu de construir 300 nuevas viviendas en Cisjordania tan solo dos días después de que acordara con Estados Unidos una moratoria en la concesión de nuevas licencias constructoras a los colonos.
Tampoco ayudó la primera visita, en marzo, del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien desde el comienzo de su mandato externalizó sus divergencias con Tel Aviv sobre la cuestión palestina y que, una vez allí, criticó abiertamente la política de asentamientos del primer ministro israelí.