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El Teatro Real se sumerge sin Plácido Domingo en el mar de la poesía de Neruda con 'Il Postino'

  • La ópera de Daniel Catán, compuesta para Plácido Domingo, llega a Madrid
  • Narra, en español, la amistad ficticia entre Pablo Neruda y un cartero italiano
  • La música y la escenografía evocan la fuerza de la pasión, amorosa y política

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El elenco de 'Il Postino', en la escena final del segundo acto, durante el ensayo general en el Teatro Real.
El elenco de 'Il Postino', en la escena final del segundo acto, durante el ensayo general en el Teatro Real.

El Teatro Real se sumerge a partir de este miércoles en el mar de la poesía de Pablo Neruda con el estreno de Il postino, una ópera que recoge la mejor tradición musical del género y la adorna con un libreto y una escenografía que subrayan el poder de las palabras y la fuerza de las grandes pasiones, tanto amorosas como políticas.

Lo hace sin Plácido Domingo, convaleciente de la embolia pulmonar que le ha impedido cantar en Madrid su ópera, la que el mexicano Daniel Catán compuso ex profeso para él, aunque la enorme solvencia del chileno Vicente Ombuena logra retratar la esencia del personaje, ese Neruda que desata un torbellino de emociones durante su breve exilio en la isla italiana de Capri y sirve de mentor -poético y político- al humilde cartero que da título a la obra.

Esa amistad ficticia nació de la imaginación del chileno Antonio Skármeta, que la plasmó primero en una novela, Ardiente paciencia, y luego en una película. Sin embargo, sería una versión italiana posterior, titulada Il postino, la que conseguiría resonancia mundial y la que llamaría la atención tanto de Plácido Domingo como de Daniel Catán.

Ambos vieron en la historia del cartero al que Neruda guía en la poesía y en la conciencia política la oportunidad perfecta para elaborar una ópera en castellano que estuviese a la altura de los mejores clásicos y que vio la luz con notable éxito en 2010, en Los Ángeles, donde Plácido Domingo ejerce como director general desde hace una década.

Una melodía de enorme fuerza

La figura del gran tenor español, inevitablemente, sobrevuela en todo momento la ópera, aunque el resto del elenco logra transmitir la pasión que requiere la obra, especialmente Ombuena -quien ya ha cantado el papel en las representaciones de Ciudad de México y Santiago de Chile- y las dos damas del reparto, Cristina Gallardo-Domâs, que interpreta a Maribel, la esposa de Neruda, y Sylvia Schwartz, quien canta a Beatrice, la enamorada del cartero Mario Ruoppolo (Charles Castronovo).

Gran parte de culpa tiene también la dirección musical de Pablo Heras Casado, talento emergente de la música española que sabe dar el ritmo adecuado a una música de inspiración clásica, con toques muy populares -del bolero al tango-, y de gran fuerza, con una línea melódica que atrapa al espectador desde el primer momento.

Sobre esa melodía, la ópera de Catán navega por el amor, la nostalgia, el poder de las palabras, la conciencia política y la tragedia de la muerte, sin olvidar el humor, asuntos enormemente humanos, como en las grandes óperas clásicas. Todo ello con el respaldo de la estupenda escenografía de Ron Daniels, luminosa, que evoca constantemente el mar de Capri y sabe integrar aspectos novedosos, como el uso del vídeo junto a los decorados tradicionales.

Así, de dúo en dúo hasta acabar con la apoteosis final de los dos tenores, Il postino se convierte en una gran ópera para todos los oídos, expertos o primerizos, la que Plácido Domingo soñó y que ahora, aunque sea sin su voz, ha logrado por fin traer a casa, al Teatro Real de Madrid.