Llega 'Frankenstein, el musical' basado exclusivamente en la novela de Mary Shelley
- Un montaje de la compañía andaluza 'La butaca vacía'
- La versión de Myrian Carrascosa evita los tópicos cinematográficos
- Hasta el 18 de agosto en el Teatro Nuevo Apolo
Lápidas, cruces de cartón mármol, tétricas luces azuladas (hoy más blanca para los reporteros gráficos), un árbol pelado, y muchas criaturas nocturnas pululando. Suenan campanas y misteriosos acordes al piano. Una dama vestida de negro nos cuenta que "en el verano de 1816 en Suiza, Byron propuso a un grupo de amigo escribir un cuento de fantasmas. Una historia que "creara miedo a cada hombre al mirar alrededor". Los actores que están en el escenario cantan "vivo muerto"
Así nació realmente la novela Frankenstein de Mary Shelley en 1818. Como nos relata en su prólogo este Frankenstein el musical que podemos ver en el Nuevo Teatro Apolo, que de nuevo sólo tiene el nombre. Su aspecto vetusto es perfecto para albergar los paisajes góticos de esta historia.
Y es un acierto que Frankenstein, el musical integre a la autora (Shelley) dentro de su misma historia. Encarna el papel Cristina Carrascosa quien además se ocupa de la dirección de actores. Su hermana, Myriam Carrascosa es, además de directora escénica, la autora de un libreto para el que se ha basado "únicamente" en la novela original. No han querido contaminarse con las múltiples versiones en celuloide y, como confirman los actores, también les pidieron a ellos que no vieran demasiados frankensteins.
Samuel González Rubio -con parches cosidos a su cara y un inquietante ojo azul- encarna a "la criatura" fabricada por Victor Frankenstein y que tomó el nombre del apellido de su "padre". El nos cuenta que, a pesar de las recomendaciones de la directora, si quiso ver visiones como la de Kenneth Branagh para compararla con el libro.
Una 'criatura' llena de matices
Su papel es sin duda el más difícil porque podría caer fácilmente en un exceso que parodiara al personaje. En el número 'Energía' vemos como cobra vida sobre la camilla del laboratorio y se levanta soltando gemidos y balbuceos, asustado de todo lo que ve, aterrorizado cuando descubre su imagen en un espejo, y provocando crueles risas a su alrededor.
"El papel requiere un mucho trabajo físico, comienza como un recién nacido y a partir de esa torpeza va tomando carácter más humano, primero gruñidos, luego sílabas, hasta llegar a un habla entrecortado", explica Samuel. Para él también es un rol que exige trabajo actoral y que es "emocionalmente intenso". Incluye, nos confirma, la ternura que reflejaba el film que James Whale rodó en 1931, con la inolvidable escena (aquí también) del encuentro de la criatura con la niña ciega.
Myriam y Cristina Carrascosa saben que esta producción de la compañía independiente La butaca vacía -en la que los propios actores mueven piezas del decorado y utilería con sus propias manos- no tiene la dimensión de los grandes musicales de la la Gran Vía.
Pero consideran que "abre el concepto de musical, alejándolo del musical infantil o juvenil" , se acerca más al teatro de voz, y "permite a los actores actuar" Y están orgullosas de poder hacer subir a 40 actores y cantantes a un escenario en pleno verano madrileño. "Este Frankenstein", recalca la directora artística "nace para ser estrenado con todos los elementos a la vez, música original (Santiago Martín Arnedo), vestuario..."