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La extradición de un disidente kazajo pone en aprietos a la Justicia española

  • Amnistía Internacional pide que Alexandr Pavlov no sea extraditado
  • Pavlov fue el guardaespaldas del destacado opositor Mukhtar Ablyazov
  • La deportación en Italia de la familia de Ablyazov casi provoca una crisis de gobierno

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Alexandr Pavlov es una “pieza clave” del escándalo kazajo que amenazó con provocar una crisis de gobierno en Italia. Superada esta mañana la moción de censura contra el vicepresidente italiano por la deportación de la familia del disidente Mukhtar Ablyazov, las miradas se dirigen ahora hacia su guardaespaldas, pendiente de un delicado proceso de extradición en España.

Pavlov llegó a nuestro país huyendo de las autoridades de Kazajistán y fue detenido en diciembre de 2012 por una orden de la Interpol acusado de terrorismo, apropiación indebida y malversación de fondos. En abril de este año tuvo lugar la primera vista para su extradición, en la que la Audiencia Nacional estimó insuficiente la información aportada por el Gobierno kazajo y canceló su detención temporal. Pero las autoridades kazajas volvieron a presentar nuevos documentos, que fueron analizados este jueves.

Una amplia delegación de la Fundación Diálogo (Open Dialogue Foudation) acompañó a Pavlov durante la vista. No tienen dudas de que si Pavlov vuelve a Kazajistán será torturado y, por ello, piden a las autoridades españoles que eviten su extradición.

Su vida correrá un gran peligro. Él es una pieza clave en el caso Ablyazov. Es alguien muy valioso porque tiene mucha información. Le presionarán y torturan hasta que diga lo que ellos quieran o le matarán”, asegura a RTVE.es Bartosz Kramek, uno de los responsables de la organización.

Sus abogados alegan que las acusaciones de Kazajistán contra él son fabricadas y realmente tienen que ver con sus vínculos con el opositor político Mukhtar Ablyazov, para quien Pavlov trabajó durante más de diez años como hombre de confianza y guardia de seguridad.

¿Quién es Mukhtar Ablyazov?

Ablyazov es uno de los mayores opositores al todopoderoso presidente Nusurltán Nazarbayev, aunque no siempre se llevaron mal. En los años 90 fue su protegido en incluso le nombró en 1998 ministro de Energía. Ablyazov fue haciéndose un hueco en la vida política y económica con la adquisición de acciones del BTA Bank (luego nacionalizado) hasta que a finales de 2001 confunda un partido político de oposición. Desde entonces, la persecución no ha cesado. Pasó una estancia en prisión durante la cual, según Amnistía Internacional (AI), fue torturado.

En 2009 puso definitivamente tierra de por medio y huyó a Reino Unido, que le concedió asilo político cuando demostró que estaba en riesgo de sufrir persecución y otras serias violaciones de derechos humanos si volvía a Kazajistán. Hoy se encuentra en paradero desconocido, tras ser condenado por las autoridades británicas por no declarar activos.

Su caída en desgracia salpicó directamente a Pavlov, su guardaespaldas, a quien el Ministerio del Interior español le ha denegado la solicitud de asilo. Desde Amnistía Internacional también piden a las autoridades españolas que no acepten su extradición porque estarían violando sus obligaciones internacionales de derechos humanos, particularmente el principio de “no devolución”. Creen que hay riesgo de que Pavlov sea torturado y de que no tenga un juicio justo.

La defensa del disidente ha aportado un informe del Centro de Nacional de Inteligencia (CNI) en el que se afirma que el objetivo de la extradición es lograr de Pavlov datos sobre Ablyazov y que no se ha obtenido información que contraste el atentado que se le atribuye, aunque se le considera en las conclusiones como peligroso.

Derechos humanos en Kazajistán

Desde Open Dialogue confían en la independencia de la justicia española, pero creen que hay algunos indicios de que el disidente kazajo sea extraditado. El primero, la postura de la Fiscalía, que defiende su extradición porque, a su juicio, "en modo alguno se han acreditado razones espurias".

"Nos ha sorprendido que la fiscal haya tachado de poco relevantes los informes de Amnistía Internacional sobre la situación de los derechos humanos en Kazajistán y sobre el caso Pavlov”, señala Kramek.

Las importantes relaciones económicas de empresas españolas en Kazajistán, un país refugio con un crecimiento anual del 5% para una Europa deprimida tampoco ayudan, afirman. La empresa Talgo ha firmado un jugoso contrato para los próximo 10 años de 1.000 millones de euros con el operador público ferroviario. Y la visita del pasado febrero del presidente kazajo a España ha culminado con un oportuno tratado de extradición entre Kazajistán y España publicado este mismo jueves en el BOE.

Amnistía Internacional ha documentado muchos casos de persecución política en Kazajistán vinculados a las conexiones con el líder opositor Ablyazov. La organización también tiene informes sobre el uso de la tortura y los malos tratos contra detenidos por parte de las fuerzas de seguridad y personal de las prisiones desde 2010.