Felipe de Brabante, un rey "muy bien preparado"
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El duque de Brabante, Felipe, se ha coronado este domingo séptimo rey de Bélgica tras la abdicación de su padre, Alberto II.
Según el primer ministro de Bélgica, Elio Di Rupo, "el príncipe está muy bien preparado para ser rey", hecho que ha confirmado su padre, Alberto II, que ha asegurado que "el futuro del país está en buenas manos".
El heredero, de 53 años, tendrá que continuar la difícil tarea que llevaba a cabo su padre: asegurar la unidad en un país dividido entre los flamencos del norte y los valones del sur, en el que se suceden las crisis de Gobierno. La figura del Jefe de Estado es clave para asegurar la estabilidad del país.
Felipe toma el relevo de su padre como Presidente de Honor de la Agencia de Comercio Exterior, encargado de las misiones económicas belgas en el extranjero. Otros de sus principales compromisos es el desarrollo sostenible. El duque de Brabante preside desde 1993 el Consejo Federal del Desarrollo Sostenible, órgano encargado de acciones medioambientales y científicas.
En 1998 creó el Fondo Príncipe Felipe, para promover el diálogo entre las distintas comunidades lingüísticas (neerlandés, francés y alemán) y fomentar el reconocimiento y el respeto de las distintas culturas que conviven en el país.
Vida personal y familiar
Felipe nació el 15 de abril de 1960 en Laeken (Bruselas), hijo mayor de Alberto II y Paola Ruffo di Calabria. Tras adquirir una educación primaria y secundaria bilingüe en flamenco y francés, ingresó en la Real Escuela Militar para completar sus estudios con una formación militar. El recién coronado rey de Bélgica domina los tres idiomas oficiales del país: francés, alemán y flamenco.
Posteriormente desarrolló sus estudios universitarios en el Trinity College de la Universidad de Oxford, obtuvo su título de Master en Ciencias Políticas en la Universidad de Stanford (EEUU).
Su tímida personalidad ha supuesto una difícil relación con los medios, especialmente con la prensa flamenca, menos monárquica que la valona. Su personalidad, según los analistas políticos, algo más tímida y cerrada que la de su padre, ha llevado a muchos medios a cuestionarse su capacidad, más allá de su preparación.
En 1999 presenta por primera vez a la que sería su futura esposa, Matilde d'Udekem d'Acoz, logopeda y psicóloga, hija de los condes d'Udekem, con la que tienen cuatro hijos: Isabel, Gabriel, Emmanuel y Eleonor.
El nuevo rey es un deportista activo: practica varios deportes y a menudo entrena en las afueras de palacio. En mayo de 2013 corrió su última media maratón como príncipe.
Por su nueva labor como rey, Felipe de Bélgica, recibirá una dotación anual de 923.000 euros, el mismo sueldo percibía su padre, pero con la diferencia de que por primera vez, esas dotaciones se someterán al pago de impuestos.