Un padre mata en Pakistán a su hija, a su yerno y a sus dos nietos en un "crimen de honor"
- La joven decidió casarse por amor en contra de la voluntad familiar
- Aún no se ha producido ninguna detención por el caso
- Casi un millar de mujeres murieron en el país en 2012 por estos crímenes
Un hombre ha matado a su hija, a su yerno, a dos nietos y otros dos parientes en el este de Pakistán para vengar la afrenta que supuso que la joven decidiese casarse por amor en contra de la voluntad familiar. Alrededor de un millar de mujeres, cien de ellas menores, murieron en 2012 por los llamados 'crímenes de honor'.
El suceso ocurrió durante la noche de este lunes en la aldea Tara Singh, en el distrito rural de Dipalpur y muy próxima a la frontera con India. El presunto agresor aprovechó para cobrarse la deuda de "honor" durante la primera visita de su hija desde que huyó hace cinco años con su marido, según han informado fuentes policiales.
Tras saber que había vuelto a la aldea, el padre, identificado por la Policía como Shokat Alí, salió junto a seis vecinos en busca de la que consideraba causa de su deshonor y tras reconocerla por la calle abrió fuego.
Además de la joven, también han muerto los dos hijos de la pareja, el marido y dos hermanos de este que los habían acompañado, según el responsable de la investigación policial, Mohamed Nawaz, quien ha reconocido que aún no se ha producido ninguna detención por el caso.
'Crímenes de honor' en Asia
Los llamados 'crímenes de honor' son muy habituales en el sur de Asia y suelen implicar a varones de una familia que vengan lo que consideran una afrenta que contraviene la conservadora moral familiar de las sociedades locales. Algunas de esas víctimas son menores. Como, por ejemplo, el caso sucedido el pasado noviembre en el que una niña de 14 años murió después de que sus padres le arrojaran ácido a la cara.
Un experto europeo en temas de género afincado desde hace años en Pakistán ha explicado a Efe que muchos varones del subcontinente indio creen que "el honor de los hombres está en el cuerpo de las mujeres" y que debe ser defendido a cualquier precio.
Según la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP), casi un millar de mujeres -cien de ellas menores- murieron en 2012 en el país por este tipo de crímenes, aunque el organismo alerta de que el número puede ser mayor porque muchos casos pasan desapercibidos.
Otro informe de la ONU estimó en el año 2000 que alrededor de 5.000 mujeres morían al año por estos crímenes.Uno de los casos más recientes ocurrió hace un mes en la localidad norteña de Chilás, cuando un joven mató a sus dos hermanastras de 17 y 20 años y a la madre de estas después de que las jóvenes fueran grabadas con un teléfono móvil mientras jugaban bajo un aguacero.
El agresor, según la Policía, consideró un grave deshonor que dos mujeres de su familia que varios vecinos hubieran visto el vídeo de las dos chicas saltando y bromeando bajo la lluvia.
Endurecimiento de penas
Algunos países han comenzado a endurecer las penas por este tipo de crímenes. En la India, el Tribunal Supremo ordenó recientemente el endurecimiento de la regulación para vender ácido en el país, así como la obligatoriedad de compensaciones para las víctimas de ataques con sustancias químicas. El Supremo también ha dictaminado que el Gobierno deberá compensar obligatoriamente a cada víctima con 300.000 rupias (3.840 euros).
La orden llego días después de que el Ejecutivo, a instancia judicial, presentara una serie de propuestas al respecto, con el objetivo de atajar el creciente número de ataques con ácido que se registran en el territorio.