La gerente del PSC niega que el partido encargara o pagara a Método 3 para espiar a Camacho
- Lluïsa Bruguer ha comparecido como imputada ante la juez
- La semana pasada la Policía se llevó un ordenador de la sede del PSC
- Bruguer ha reconocido tener relación con la exdirectora de seguridad
La gerente del PSC, Lluïsa Bruguer, ha negado este miércoles que su partido político encargara o pagara a la agencia de detectives Método 3 para grabar la conversación que mantuvo la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, con la expareja de Jordi Pujol hijo en el restaurante de La Camarga de Barcelona.
Según han informado fuentes judiciales, Bruguer, que ha comparecido como imputada durante unos veinte minutos ante la titular del juzgado de instrucción número 14 de Barcelona, que investiga una supuesta trama de espionaje político en Cataluña, ha admitido que el PSC contrató varios servicios de seguridad a Método 3, pero negado ninguna relación con la grabación investigada.
Bruguer ha llegado a la Ciudad de la Justicia acompañada por su abogada, Olga Tubau, y se ha dirigido en silencio hacia la sala de vistas, donde la titular del juzgado de instrucción número 14 de Barcelona, Elisabet Castelló, la ha interrogado.
La gerente del PSC ha llegado a los juzgados sin la compañía de ningún responsable del partido, ya que ella misma pidió que nadie le arropara para evitar montar un espectáculo mediático a las puertas de los juzgados, han señalado a Efe fuentes cercanas al caso.
Bruguer ha sostenido durante el interrogatorio que ella es la responsable de dar el visto bueno a todas las facturas del partido, por lo que ha asegurado que no le consta que haya habido ningún encargo para espiar a Camacho ni que se emitiera ninguna factura vinculada a este hecho concreto.
Además, ha señalado que su nombramiento como gerente le corresponde a la Ejecutiva del partido y que su responsable político directo es el secretario de organización, actualmente Esteve Terrades, por lo que cuando en julio de 2010 se grabó la conversación estaba bajo la tutela de José Zaragoza.
Un ordenador intervenido en el registro
La gestora del PSC también ha pedido que le devuelvan lo antes posible el ordenador que le incautó la policía el pasado viernes, ya que lo necesita para poder seguir llevando a cabo sus funciones, como el pago de las nóminas a los trabajadores del partido.
Por orden judicial, la Policía Nacional irrumpió el pasado viernes en la sede del PSC, en la calle Nicaragua de Barcelona, donde entregaron el auto de imputación a Bruguer y le intervinieron el ordenador para buscar pruebas de que el partido encargó que se espiara a la líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho.
La juez buscó pruebas en la sede del PSC de que algún responsable del partido encargó la grabación de la conversación privada que mantuvieron en el restaurante La Camarga de Barcelona Alicia Sánchez-Camacho y Victoria Álvarez, examante de Jordi Pujol Ferrusola.
Cuando estalló la polémica por la grabación de esta comida, el exsecretario de organización del PSC José Zaragoza admitió que habían encargado varios trabajos a la agencia de detectives Método 3, en el epicentro de la trama de espionaje, aunque negó que les contrataran para espiar a la líder popular.
Bruguer ha reconocido tener relación con la exdirectora de la agencia
Bruguer ha reconocido tener una relación fluida con la exdirectora de seguridad de Método 3, Elisenda Villena, por su vínculo personal con la asesora jurídica de los socialistas, Anna Villena. De hecho, según ha explicado, el PSC optó por encargar los barridos informáticos de seguridad interna a Método 3 porque la propia Villena les recomendó a esta agencia de detectives porque su hermana trabajaba en ella.
Villena también ha sido citada de nuevo como imputada y ha negado tener ninguna relación con la grabación de la conversación en La Camarga, incluso cuando el fiscal le ha mostrado varios documentos que obran en el sumario en los que aparecería vinculada al episodio.
Ante la juez también han comparecido como imputados una secretaria y el responsable de finanzas de Método 3, aunque se han negado a declarar, según fuentes cercanas al caso.