El asesinato de un lider opositor desata violentas protestas contra el Gobierno en Túnez
- Mohamed Brahmi ha sido disparado doce veces por un desconocido
- Manifestantes prenden fuego a la sede del partido gobernante en Sidi Bouzid
- En febrero, el asesinato del líder opositor Bel Aid generó grandes protestas
El asesinato del diputado opositor tunecino Mohamed Al Brahmi ha despertado la indignación de toda la clase política y el temor al deterioro de la delicada situación de Túnez , inmerso en una transición desde la caída del dictador Zin el Abidin Ben Ali el 14 de enero de 2011.
Brahmi era el secretario general del movimiento Echaab, la misma formación opositora a la que pertenecía Bel Aid, líder opositor que fue asesinado el pasado febrero.
La indignación por la muerte de Brahmi no se ha hecho esperar. En Sidi Bouzid, la ciudad donde estalló la revolución de los jazmines en 2011, los manifestantes han prendido fuego a la sede del partido islamista gobernante Al Nahda. En la capital varios grupos de personas protestan frente al Ministerio del Interior y esta tarde, en Sfax, al sur del país, la policía ha dispersado con gases lacrimógenos a cientos de manifestantes que irrumpieron en la sede del gobierno local.
Los participantes han lanzado lemas pidiendo la dimisión del Ejecutivo y el fin de la "ley islámica", en referencia a los grupos radicales islámicos tunecinos a los que se les considera responsables de la violencia política en el país. El derrocamiento de Mohamed Morsi en Egipto fue considerado una llamada de atención para el Gobierno tunecino, que también cuenta con movimientos juveniles y sociales opuestos a su "deriva islamista".
El crimen, según testimonios de su hija, fue cometido por dos hombres que le dispararon desde una motocicleta en el momento en que descendía de su automóvil."Recibió un disparo en el tiempo frente a la vieja casa Cuando estaba con su hija discapacitada" ha comentado a Reuters Nabki Mohamed, miembro del mismo partido "Los asesinos habían huido en moto". Brahmi ha sido asaltado en frente de su casa, en el barrio Cite al Gazal de la capital.
El sindicato mayoritario Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT) ha convocado una huelga general en todo el territorio nacional para mañana viernes para condenar "el terrorismo y la violencia" en respuesta al asesinato del dirigente de izquierdas.
Segundo asesinato político en seis meses
Este es el segundo político asesinado en Túnez tras la muerte del dirigente de izquierdas Chukri Bel Aid el pasado 6 de febrero. Mohamed Brahmi, antiguo líder de Echaab (Pueblo) y uno de los principales dirigentes de la izquierda, se había significado por sus duras críticas al partido islamista Al Nahda, actualmente en el poder.
Brahmi, diputado del parlamento, renunció a su cargo hace tres días para unirse a la plataforma Frente Popular dirigida por Hama Hamami, a misma coalición a la que pertenecía Bel Aid, opositora al partido islamista gobernante En Nahda, después de que la dirección de su partido rechazara unirse a las filas de la plataforma de izquierdas.
Chukri Bel Aid, el líder de la oposición laica, una figura secular muy popular y crítica con el Gobierno islamista también fue asesinado. Su muerte provocó una fuerte reacción de sus seguidores. Un millar de tunecinos se ha manifestaron frente al Ministerio de Interior para pedir la dimisión del ministro islamista Ali Laridi.
Bel Aid fue uno de los principales líderes en la clandestinidad de los movimientos sociales y sindicales de la cuenca minera de Gafsa, durante los últimos años del régimen de Zin El Abidín Ben Alí, en los que su movimiento era clandestino.
Al igual que el resto de la oposición, Bel Aid era muy crítico con las Ligas para la Protección de la Revolución (LPR) creadas por grupos salafíes y simpatizantes del partido gobernante islamista Al Nahda, vencedor de los comicios de septiembre de 2011.
Huelga general
El principal partido de la oposición, Nidá Tunez, se ha unido a la convocatoria de la UGTT y ha insistido en que lo ocurrido muestra el fracaso del Parlamento y de todas las autoridades emanadas de él.
En un comunicado ha instado "a todas las fuerzas políticas y sociales nacionalistas y democráticas a unir sus filas y su discurso en un frente de salvación nacional que acuerde un modelo, unas herramientas y un calendario alternativos que garanticen la salvación del país y la administración de la etapa de transición".
El presidente del comité político del opositor Partido Republicano, Ahmed Neyi Chebi, aún ha ido más lejos y ha asegurado que el asesinato de Al Brahmi ha supuesto "el tiro de gracia al proceso democrático en el país", y pidió la disolución del Gobierno y de la Asamblea Nacional Constituyente.
El presidente del Parlamento, Mustafa Ben Yafar, ha calificado la muerte de Al Brahmi, que coincide con el 56 aniversario del Día de la República, como un suceso "trágico que ha herido a Túnez en una etapa difícil" y tras el que se esconden "criminales que odian a Túnez".
Por su parte, tanto el primer ministro, Ali Laridi, del movimiento Al Nahda, como el presidente, Monsef Marzuki, han prometido una rápida actuación de la Justicia para detener a los asesinos de Al Brahmi y han llamado a los tunecinos a la contención y a la unidad.
En un discurso televisado Laridi ha llamado a la responsabilidad y pidió a grupos políticos, que no citó, que se mantuvieran dentro del marco democrático para evitar que la situación pueda evolucionar hacia la violencia.