La solidaridad de Galicia, la otra cara del accidente
- Médicos y bomberos de baja y de vacaciones acudieron a ayudar
- "En algunos momentos hubo más médicos que heridos", aseguran
- Por cada familiar de fallecido, ha habido más de un psicólogo para atenderle
- Donación de sangre "impresionante" . Se ofrecen gratis taxis y camas
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"Es imposible sacar algo positivo de una tragedia de estas características pero si hay que destacar algo es el ejemplo de solidaridad que se ha mostrado por parte de todos".
Son palabras de María Cortés, médico de Urgencias del Hospital Clínico de Santiago de Compostela, quien, como muchos otros profesionales, no dudó en acudir al hospital para atender a las víctimas del accidente de tren, que ha dejado 78 muertos y más de 140 heridos.
Como ella, hay muchos héroes anónimos que desde el primer momento, en las vías, hasta las últimas horas, ofreciendo apoyo y alojamiento a los que aún están en Galicia, han establecido una única prioridad: atender a las víctimas de esta tragedia.
"Había más médicos que heridos"
"A los hospitales acudieron médicos de vacaciones, de baja por maternidad, de libranza. Nadie lo dudó", ha explicado a RTVE.es Cortés. "Había más médicos que heridos en los centros pero daba igual, todo el mundo quiere colaborar y las manos en estos casos no sobran", asegura una anestesióloga.
Los bomberos se lanzaron literalmente a las vías para salvar vidas. Poco importan los protocolos de actuación en ese momento, dicen. Algunos libraban y otros estaban de vacaciones y fueron. Un grupo de un parque de bomberos estaba en huelga pero en ese momento daban igual las reivindicaciones laborales.
Ángel Paz es bombero del Cuerpo Municipal de Santiago. En declaraciones a RTVE.es, asegura que el hecho de que los cuerpos de seguridad tuvieran un dispositivo ya preparado para la fiesta del Apóstol fue "decisivo" y agradece la solidaridad de los vecinos de Angrois porque hicieron sobre el terreno de la catástrofe labores "menores pero imposibles" para ellos.
"Menores porque cuando hay gente muriéndose todo es menor alrededor, pero tremendamente importantes porque tratar de aliviar el dolor del que se ha roto una pierna o el que no ha sufrido heridas pero ve ese horror es algo vital en esas circunstancias", ha añadido.
"Mientras los bomberos y policías hacíamos esfuerzos físicos sobrehumanos para sacar a la gente atrapada, los vecinos apoyaban e incluso curaban a los heridos, a los que no podíamos atender nosotros hasta que llegaran los servicios sanitarios", ha manifestado Paz.
"Todos éramos uno. La gente le echó mucho valor"
"Todos éramos uno", dice, para añadir: "La gente le echó mucho valor, ni siquiera nosotros estamos preparados para semejante catástrofe, pues imagínate gente de la calle sin ninguna preparación, pero ahí estaban".
Médicos, enfermeros, bomberos, agentes de la policía local, nacional y de la Guardia Civil, miembros de Protección Civil, del 061, de la Cruz Roja y voluntarios. Centenares de profesionales que estos días han sobrepasado con su energía y fuerza cualquier dispositivo establecido.
"Los policías trabajaron como bomberos para hacer de grúas humanas y entre todos atender las situaciones más dramáticas. Necesitábamos muchas manos, muchos brazos", ha afirmado Ángel Paz.
Psicólogos de toda España se ofrecieron a ir a atender a los familiares de las víctimas mortales en tan duros momentos. Ha habido que pararles incluso porque la atención casi sobraba.
Tanto en el tanatorio multiusos Fontes do Sar como en el centro de atención a las víctimas, donde se han vivido los momentos más duros por la espera impaciente para poder reconocer los cuerpos, había más de un psicólogo y trabajador social por cada familiar o amigo afectado.
Su trabajo es difícil y el desgaste psicológico fuerte, también para ellos, pero a pesar de los turnos establecidos de 8 horas por psicólogo muchos no se querían ir. "Es duro volver a casa en estas circunstancias, quieres ayudar porque lo que ves es tremendo", ha reconocido a RTVE.es Jorge Carballido, psicólogo del Ayuntamiento de Santiago de Compostela.
Donaciones en masa, camas y taxis gratis
Los primeros héroes de esta tragedia fueron, sin duda, los vecinos de Angrois, que a pesar de la escena atroz que se creó ante sus ojos, sacaron fuerza y no dudaron en bajar a las vías para hacer lo que podían o sabían.
Pero no solo ellos, las colas de gente donando sangre fueron, en las primeras horas, "espectaculares", según aseguran en los centros sanitarios. Respondieron con creces al llamamiento de urgencia que se hizo.
Sorprende ver cómo turistas o peregrinos que llegan a Santiago exhaustos tras hacer el camino preguntan nada más llegar: ¿dónde puedo ir a donar sangre?
Hasta el centro de atención a las víctimas se han acercado vecinos de Santiago preguntando "¿puedo hacer algo?, ¿puedo ayudar?". En este caso, poco pueden hacer, solo profesionales cualificados pueden hacerse cargo de la atención psicosocial que requieren los familiares ante el shock vivido.
Residencias universitarias, centros religiosos y casas particulares han puesto sus camas a disposición de todos los que estos días duermen en Santiago porque tienen algún familiar ingresado tras el accidente o, peor, porque esperan para poder trasladar el cuerpo para poder enterrarlo.
Además, hoteles de la ciudad han puesto en marcha la iniciativa 'banco de camas' también para el mismo fin.
En los momentos más trágicos y con más movimiento en la ciudad los taxistas tampoco dudaron en trasladar gratis a los familiares de los afectados que buscaban a sus seres queridos desesperadamente.
Desde los reyes a los príncipes, pasando por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, han destacado la "energía, fuerza y ayuda" mostrada y han puesto la solidaridad mostrada, tanto la profesional como la espontánea, como "ejemplo de superación".