El maquinista del tren accidentado en Santiago en libertad con cargos tras admitir una imprudencia
- El maquinista ha prestado declaración ante el juez durante dos horas
- El juez le ha retirado el pasaporte y la licencia como conductor de trenes
- Está imputado por 79 delitos de homicidio, tantos como víctimas mortales
- El conductor del tren accidentado se negó a declarar ante la policía
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El maquinista del tren accidentado este miércoles en Santiago de Compostela que ha dejado 79 víctimas mortales y 140 personas heridas, Francisco José G.A., ha quedado en libertad provisional con cargos y sin fianza. El juez le ha imputado tantos delitos de homicidio por imprudencia profesional como fallecidos y le ha impuesto medidas cautelares, después de que admitiera en su declaración que el accidente se debió a una imprudencia.
G.A. ha reconocido ante Luis Aláez, titular del juzgado número tres de Santiago, que el tren superaba el doble de la velocidad permitida en la curva de A Grandeira, limitada a 80 km/h.
El juez Luis Aláez lo inhabilita como conductor de trenes, le retira el pasaporte y le obliga a comparecer con una periodicidad semanal en el juzgado, según ha informado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) en un comunicado de prensa.
En concreto, el magistrado ha decidido imputar al maquinista del tren que descarriló, un total de 79 delitos de homicidio, tantos como víctimas mortales ha provocado hasta ahora el siniestro, y una pluralidad de delitos de lesiones, todos ellos cometidos por imprudencia profesional y que tiene prohibido salir del territorio nacional sin autorización judicial durante seis meses.
También se le ha intervenido de forma cautelar la licencia profesional para la conducción de ferrocarriles por igual plazo.
Francisco José G. ha abandonado los juzgados cinco minutos después de la medianoche, en un coche policial que iba escoltado por un furgón y que ha salido por la puerta del garaje. Ningún abogado de las partes ha querido hablar.
En total el maquinista ha permanecido en dependencias judiciales 5 horas y 45 minutos (llegó a las 18:19 horas), aunque ha prestado declaración durante cerca de dos horas.
Reconoce que hubo fallo humano
En su declaración ante el juez, Francisco José G.A., de 52 años de edad, ha asumido que cometió un fallo humano al entrar a 190 kilómetros por hora en una curva limitada a 80 kilómetros por hora, según han asegurado a Europa Press fuentes conocedoras del testimonio del conductor del convoy.
Fuentes que han asistido al pase a disposición judicial, según cita Europa Press, han explicado que la mayoría de las preguntas que se le plantearon se centraron en intentar averiguar las razones por las cuales no frenó. También han descrito como "muy emotiva" la intervención del maquinista.
El conductor del tren había pasado a disposicion del juzgado, en torno a las 18:19 de esta tarde, antes de que se cumplieran a las 19:40 horas de este domingo, las 72 horas desde su detención.
Solo unos minutos antes de cumplirse ese plazo, a las 19:30 Francisco Jose G. ha sido llevado ante el juez , momento en que el magistrado ha entregado a las partes una copia del atestado policial sobre el accidente. El juez ha dejado a los letrados examinar el atestado durante unos veinte minutos y, posteriormente, ha comenzado la sesión para tomar declaración al detenido.
Según ha informado el TSXG, ninguna de las partes solicitó prisión para Francisco José G.A. al no apreciarse riesgo de fuga ni de destrucción de pruebas.
En las próximas horas, según fuentes judiciales a las que cita TVE, llegará un perito especialista en electrónica para analizar el contenido de las cajas negras que siguen cerradas yestán bajo custodia policial.
La Policía investiga las llamadas de los teléfonos del maquinista
El TSXG ha señalado en esta nota que en primer lugar, nada más pasar a disposición judicial, se realizó en dependencias judiciales una diligencia relacionada con su teléfono móvil.
Fuentes próximas al caso han dicho a Efe que la Policía ha estado analizando el tráfico de llamadas de sus terminales, tanto del celular privado como del corporativo, para determinar en qué momentos del pasado 24 de julio los había utilizado, y si pudo hacer uso de ellos momentos antes del trágico suceso.
También han comentado las mismas fuentes que este mecánico, natural de Monforte de Lemos (Lugo), en las llamadas al servicio de incidencias 24 horas de Adif, sin conocer la dimensión del descarrilamiento del convoy, habría dicho: "Soy humano, somos humanos", "espero que no haya muertos porque caerán sobre mi conciencia".
Atestado de la policía
La declaración del maquinista, que ha llegado a los juzgados en una patrulla escoltada por un furgón policial se ha producido una vez que la policía ha terminado un primer atestado sobre el siniestro.
El maquinista permanecía en la Comisaría de la Policía Nacional en Santiago desde que fue detenido el pasado jueves por la tarde en el Hospital Clínico Universitario, donde recibió el alta médica este sábado. Francisco José G. se acogió a su derecho a no declarar cuando fue interrogado en el hospital por la Policía, que lo acusa de un supuesto delito de homicidio por imprudencia.
El tren descarriló cuando se encontraba a 3 kilómetros de la ciudad de Santiago de Compostela en una curva conocida como A Grandeira a una velocidad de 190 kilómetros por hora, según reconoció el propio maquinista, cuando el límite en ese tramo es de 80 km/h.
Declaración de los testigos
Por la mañana, la Policía había empezado a tomar declaración como testigos a los supervivientes del descarrilamiento del tren.
Según han informado a Europa Press fuentes de la investigación, la Policía Judicial ha contactado con los supervivientes que resultaron ilesos y aquellos que sus heridas le permitían desplazarse hasta dependencias policiales.
En esta toma de declaraciones en la Comisaría de la Policía Nacional de Santiago se les ha preguntado a los pasajeros del Alvia accidentado cómo había transcurrido el viaje hasta el momento en que el tren descarriló, pasadas las 20.30 horas del miércoles en la curva A Grandeira, en el lugar de Angrois, a unos tres kilómetros de la estación ferroviaria de Santiago de Compostela.
La Policía, que se encarga de elaborar el atestado sobre el siniestro que debe entregar al juez, intenta averiguar si los pasajeros habían percibido algo que les resultase extraño durante el viaje y cómo se desarrollaron los acontecimientos posteriores al descarrilamiento.
Precisamente, la ministra de Fomento, Ana Pastor, había solicitado la colaboración a todas las personas que tengan datos que aportar a la investigación.