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Accidente de tren en Santiago

España se moviliza para garantizar en el exterior la seguridad de los 'proyectos AVE'

  • El presidente de Renfe revela iniciativas tomadas por el Gobierno y embajadas
  • Quieren dejar claro que el accidente de Santiago no fue en una línea de AVE

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El presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, ha afirmado que ya se han emprendido acciones a través de las embajadas españolas y de los servicios comerciales para explicar en el exterior que el accidente de tren de Santiago de Compostela no ha sido un siniestro de la alta velocidad española.

En una entrevista, Gómez-Pomar ha indicado que ha habido una reunión de coordinación entre las empresas españolas presentes en el consorcio que va a presentar una oferta para construir el tren de alta velocidad en Brasil presidida por la ministra de Fomento, Ana Pastor.

"Evidentemente nos preocupa explicar fuera de España que esto no es un accidente de alta velocidad y nos preocupa en Brasil y en aquellos otros países donde España y las empresas españolas tienen intereses ferroviarios", ha dicho.

El presidente de Renfe ha avanzado que "muy previsiblemente" en los próximos días se producirán visitas para explicar a las autoridades de los distintos países "los términos de lo que ha sucedido e insistir en que es un accidente que ha ocurrido en una vía convencional". Entre las medidas emprendidas, ha señalado que ya se ha realizado una acción a través de las embajadas españolas y de los servicios comerciales en el exterior con cartas de Renfe, de Adif y del resto de empresas.

Según ha recordado, el tren involucrado en el accidente funciona con tracción eléctrica y diesel. "En definitiva, no estamos hablando de una línea de alta velocidad hasta que, esperemos que en 2018, toda la conexión entre Madrid y Galicia pueda discurrir por vías" de AVE, ha remarcado.

Exigencia de Brasil

Según los pliegos de la Agencia Nacional brasileña de Transportes Terrestres (ANTT), el consorcio licitante debe presentar un documento denominado "Modelo 15" en el que se tiene que acreditar que la empresa operadora del tren "no ha participado de la operación de cualquier sistema de TAV (alta velocidad) donde hubiese ocurrido un accidente fatal" en un periodo de 5 años.

El presidente de la estatal Empresa de Planificación y Logística (EPL), Bernardo Figueiredo, en declaraciones a los periodistas ha señalado que si son ciertas las explicaciones de Renfe, el accidente, en el que han fallecido 79 personas, "no haría inviable" la participación española en la licitación del tren que unirá Río de Janeiro y Sao Paulo.

Por su parte, el ministro brasileño de Transporte, César Borges, ha afirmado que  no ve ningún problema para que Renfe puje en la subasta de la primera  línea de alta velocidad del país, según han informado fuentes oficiales.

Borges ha dicho que para el Gobierno "no  hay" impedimentos para que el consorcio español se pueda presentar a la  licitación, puesto que el accidente ferroviario ocurrido la semana  pasada en Santiago de Compostela "no era de alta velocidad", según  declaraciones recogidas por la estatal Agencia Brasil. "El  gobierno no quiere impedir a nadie participar. Quiere  el mayor número de participación", ha señalado el ministro, que ha aclarado, sin  embargo, que la decisión final depende de la ANTT.

El proyecto del tren de alta velocidad Río-Sao Paulo-Campinhas, el primero de América Latina, tendrá una longitud de 511 kilómetros, y se calcula que exigirá inversiones por cerca de 13.000 millones de euros (unos 17.177 millones de dólares).