Un invento para "sentir al tacto" en escenarios virtuales creados con el ordenador

• Emplea cinco pequeños dispositivos que lanzan chorros de aire
• Con sensores "apuntan y disparan" a lugares exactos para crear la sensación
• Es un prototipo, pero se plantea como una tecnología barata para juegos

Aireal, un curioso invento de los Disney Labs

Aunque los efectos visuales y sonoros creados por los ordenadores han alcanzado un punto realmente espectacular, poco se ha avanzado en cuando al resto de sentidos, salvo alguna que otra experiencia olfativa que ha quedado más en curiosidad que otra cosa. Ahora los laboratorios de investigación de Disney Research han dejado ver un vídeo sobre una curiosa tecnología que añade las sensaciones táctiles a la experiencia, al parecer de una forma bastante realista.

El invento utiliza unos chorros de aire emitidos desde varios puntos alrededor de la persona que está delante de la pantalla. Normalmente puede usarse cualquier interfaz convencional para trabajar con las simulaciones de realidad virtual, moverse por mundos increíbles e incluso interactuar con los objetos. En algunos casos interfaces como el Kinect de Microsoft se puede hacer con sencillos gestos delante de la pantalla.

Cada unidad de Aireal, que es como se llama esta tecnología, es una especie de pequeña caja montada sobre un trípode. En total hay cinco y van equipadas con una cámara infrarroja y una especie de tubo desde el que se emiten pequeños chorros de aire perfectamente dirigidos. Son algo así como los anillos o vórtices de humo que crean algunos habilidosos fumadores. La minicámara sirve para controlar la posición exacta de la persona mediante reconocimiento visual.

Aire comprimido e impulsado con un 'subwoofer'

Los chorros de aire son invisibles y se crean con aire comprimido; mediante unos pequeños motores pueden girarse y apuntar a los lugares adecuados -dependiendo de lo que esté sucediendo en el escenario virtual- y entonces es cuando se realiza el "disparo".

El secreto es una compresión del aire mediante un componente llamado subwoofer, similar a los altavoces de sonido, que genera una especie de pulso en rotación. Normalmente invisible, puede verse si en la estancia se utiliza humo o algún tipo de luz especial para poder apreciarlo. Cuando el vórtice llega a la persona tiene poca fuerza, pero es la suficiente como para "hacer cosquillas", creando una experiencia sensitiva poco usual pero bastante real.

Los dispositivos Aireal también pueden ir equipados con pequeños proyectores de imagen para añadir efectos visuales. Esta posibilidad puede verse en las demostraciones, por ejemplo como una mariposa revoloteando que se posa sobre la mano acompañada de la sensación táctil. La combinación de varios dispositivos a la vez permite además generar múltiples sensaciones en varios "blancos" sobre la misma persona.

Variando las frecuencias de "disparo" se pueden simular además diversas texturas: áspero, resbaladizo… De cara al futuro se mencionan opciones tales como equipar la sala con un mayor número de dispositivos para ampliar la experiencia; también parece fácil hacer que el sistema de reconocimiento actúe sobre varias personas a la vez que estén participando en un juego, por ejemplo.

Aplicación en juegos, simuladores...

Los prototipos actuales de Aireal funcionan a una distancia de unos dos metros; las señales están calibradas para garantizar su "puntería" y que la fuerza con la que se lanzan los vórtices de aire sea suficiente como para superar el ligero umbral que marca la diferencia entre que nuestra piel registre una sensación táctil o no. Como no utilizan ningún componente especialmente sofisticado un kit de Aireal no habrían de ser un gadget especialmente caro, según han explicado sus creadores.

Normalmente se utilizaría justo delante de una pantalla, para dar realismo a interfaces táctiles "en el aire" o en juegos, por lo que a corta distancia funcionará bien. Otra opción es utilizarlo en habitaciones algo más grandes como salones con grandes pantallas para videojuegos o simuladores de distintos tipos: una vez claro el concepto y visto que puede convertirse en algo práctico, el resto es cuestión de imaginación.