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Cómo robar un yate engañando con dispositivos electrónicos a su sistema GPS

  • Desviaron un yate de su ruta con permiso del capitán a efectos de demostración
  • El sistema simula la señal real de los satélites GPS con información falsa
  • La misma técnica de engaño se ha usado con coches y camiones

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Los barcos confían en las señales de los satélites del sistema de posicionamiento global (GPS) cuando están en alta mar.
Los barcos confían en las señales de los satélites del sistema de posicionamiento global (GPS) cuando están en alta mar.

Un equipo de investigación de la Universidad de Texas ha publicado información acerca de una demostración bastante impresionante de cómo se puede manipular el sistema de posicionamiento GPS para engañar a los receptores instalados en algunos medios de transporte, en este caso un yate situado alta mar.

En la demostración participaron algunos de los estudiantes con equipamiento electrónico construido por ellos mismos y contaron con la colaboración especial de un superyate privado de 80 millones de dólares cuyo propietario participó voluntariamente en el experimento.

La idea de este tipo de ataque es relativamente sencilla de entender. Al igual que los coches y aviones, los barcos confían en las señales de los satélites del sistema de posicionamiento global (GPS) cuando están en alta mar. Gracias a eso conocen su posición y pueden marcar las rutas.

Lo que hacen los atacantes es emplear dispositivos electrónicos que simulan ser los satélites del GPS, emitiendo señales más potentes en la cercanía del objetivo. De esta forma se puede hacer creer a un barco, avión o coche que 'está donde no está', con las maquiavélicas posibilidades que ello conlleva. En el caso de las pruebas con el yate lo que se hizo fue marcar una ruta distinta que el sistema automático siguió dócilmente.

Hace ya más de cinco años se planteó este tipo de ataques para engañar al GPS de automóviles y camiones. En una de las demostraciones se hizo creer a un camión que estaba en otra carretera. Sus autores también explicaron que podría tener aplicaciones 'de película' tales como cambiar la ruta de un furgón de seguridad, de modo que aunque estuviera siendo robado (tras haber desarmado a sus conductores) el sistema de alerta enviara señales falsas a la central sobre su ubicación, como si nada estuviera pasando.

Cómo engañan a los GPS

Para engañar a los receptores GPS del yate se necesitan unos emisores potentes llamados 'simuladores de satélite' que puedan superponerse a las señales reales de los satélites. También hace falta una 'línea de visión clara' hasta el objetivo, sin obstáculos. El dispositivo electrónico para generar las señales falsas tiene el tamaño de una maleta

; contiene un emisor y un pequeño ordenador portátil. Para los receptores GPS situados en los alrededores estas señales falsas que reciben son indistinguibles de las auténticas. La interferencia funciona según demostraron hace años a distancias de hasta un kilómetro.

Los expertos han transmitido su preocupación acerca de que este tipo de técnicas pueda empezar a usarse masivamente en el futuro para interferir con los GPS de sistemas comerciales tanto de barcos como de aviones, automóviles, camiones, trenes y otros vehículos.

Hay cierta 'guerra técnica' entre quienes pueden manipular los receptores GPS y quienes trabajan en las fórmulas para evitarlo (consultar más satélites distintos, comprobar su verdadera distancia, etcétera). No hace falta mucha imaginación para darse cuenta de su potencial como sistema de sabotaje. El principal problema es que no está del todo claro cómo evitar este tipo de ataques de forma definitiva.