Un informe asegura que la sanidad está en riesgo si la economía no crece un 1,4% anual hasta 2016
- El informe dice que solo así se puede mantener la Sanidad pública en España
- El crecimiento necesario en cada CC.AA., del 0,4% de Galicia al 7% de Navarra
- La sostenibilidad del sistema pasaría por reformas para controlar el gasto
- El gasto sanitario público crecerá un 4,4% hasta 2016 sin nuevas reformas
Un estudio elaborado por la Fundación BBVA-Ivie, publicado este lunes, asegura que la economía española debería crecer un mínimo del 1,4% anual en 2013-2016 para garantizar el mantenimiento de la Sanidad pública, si no se adoptan reformas para controlar el gasto, por ejemplo, "potenciar los servicios primarios de salud".
Según el informe, "ninguna comunidad autónoma tiene garantizada a medio plazo la sostenibilidad financiera del sistema sanitario público, entendida esta como la evolución acompasada de las dinámicas de gasto sanitario público e ingreso público" si se cumplen las previsiones de crecimiento económico para España realizadas por organismos como el Fondo Monetario Internacional o el propio Gobierno de España.
Éste es uno de los resultados de la investigación 'El sistema sanitario público en España y sus comunidades autónomas: Sostenibilidad y reformas', elaborada por la Fundación BBVA-Ivie y dirigida por el profesor de la Universidad de Murcia José María Abellán, que señala que el problema no es el gasto farmacéutico ni la cantidad o calidad de los servicios, si no "los costes de aprovisionamiento y de personal en los centros hospitalarios".
Según este análisis, y debido a las menores previsiones de crecimiento del gasto, Galicia es la comunidad que menos tendría que crecer para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario público: una tasa de crecimiento medio anual del 0,4% en el periodo 2013-2016.
Por su parte, Navarra sería la comunidad que requeriría un mayor crecimiento de la economía (6,9% nacional y 7,2% autonómico) para sostener su sistema de salud, unos niveles impensables en España.
Crecimiento del gasto sanitario
La sostenibilidad, entendida como la evolución acompasada de las dinámicas de gasto sanitario público e ingreso público, depende de las tendencias de crecimiento del PIB nacional y autonómico y del crecimiento del gasto sanitario en cada región.
El crecimiento medio anual del gasto sanitario público español esperado para el periodo 2013-2016 en ausencia de reformas que modifiquen significativamente la tendencia de crecimiento observada en los años previos, se estima en el 4,4%, aunque hay una notable variabilidad entre comunidades autónomas.
Cinco regiones tienen una previsión de gasto sanitario bastante menor a la media española, -Galicia, Cantabria, Comunidad de Madrid, Canarias y Andalucía-, y otras tres mantendrían un ritmo de crecimiento próximo a la media nacional -Castilla y León, Principado de Asturias y La Rioja-.
Mientras que en las restantes -la Comunidad Foral de Navarra, Cataluña, Aragón, Extremadura, País Vasco, Comunitat Valenciana, Castilla-La Mancha, Región de Murcia e Illes Balears- el gasto sanitario crecería por encima de la media.
"Ineludible necesidad" de reformas en la Sanidad
Según los autores del estudio, estos resultados muestran la "ineludible necesidad" de implementar reformas encaminadas a aumentar la eficiencia del sistema sanitario público y que redunden, en último término, en un menor crecimiento del gasto.
Añaden que resulta "imprescindible" que las reformas que se pongan en marcha tengan en cuenta los elementos transitorios presentes en los problemas de sostenibilidad de la Sanidad pública, debidos a la actual crisis económica.
Las reformas deben ir encaminadas a mejorar la eficiencia del sistema sin que, según las estimaciones realizadas en el estudio, sea necesario que se modifiquen los elementos sustanciales que lo definen.
Los expertos sostienen que una de las estrategias para mejorar la calidad y sostenibilidad de los sistemas sanitarios públicos pasa por potenciar los servicios primarios de salud. Desde esta perspectiva, comunidades como Andalucía, Castilla y León y Castilla-La Mancha, que tienen un gasto per cápita superior a la media nacional en atención primaria pero por debajo en servicios hospitalarios y especializados, son ejemplos de "buenas prácticas" en política sanitaria.